Es gratificante ver que cuando la gestión de una empresa va mal sus gestores dimitan, ya que sus sueldos son más que respetables y lo normal suele ser intentar agarrarse al asiento todo el tiempo posible, hasta que la empresa quiebre si hace falta.
Por eso hoy me ha sorprendido que el presidente de EADS, Noël Forgeard, y de su filial Airbus, Gustav Humbert, hayan presentado su dimisión ante la crisis provocada por los retrasos en la entrega del nuevo avión A-380, lo que provocó una gran caída en bolsa ya que habrá importantes pérdidas económicas. Además de esto, Forgeard fue acusado de vender acciones de EADS antes de que se produjeran las caídas en bolsa usando información confidencial sobre los retrasos, cosa que él ha negado conocer antes de la venta de las acciones.
Aún así me parece a mi que hay muchos intereses políticos en estas compañías, formadas por un consorcio de empresas europeas. De otra forma no se hubieran producido las dimisiones tan pronto.
Vía | El País En El Blog Salmón | Los franceses quieren otro de los suyos en EADS