Me llena de orgullo y satisfacción....comprobar que trato un tema que esta siendo, de un modo u otro debatido por gente a la que respeto. Me reafirma en que la materia es de interés, que esta candente y que no son batallitas de este abuelo cebolleta. Y es lo que me ha pasado, a propósito del post acerca de los "empleados chantajistas". El mismo día que lo cuelgo en la web, Andrés, de Marca Personal, y a propósito de unos comentarios de uno de sus lectores sobre su encuentro con Naomi Klein más-de-lo-mismo (aunque pueda compartir parte de su teoría del shock), hace lo mismo con un post llamado Mercenarios. Merece la pena leerlo de cabo a rabo, así como los comentarios.
Si, los mercenarios son (somos) los mismos que resultan insultados en ese artículo de El Economista. A mi juicio, y personalmente, lo de mercenario no me suena mal. Me suena a alguien profesional, eficaz y eficiente, a quien se contrata para solucionar problemas, graves y concretos. Evidentemente tiene sus connotaciones bélicas, pero precisamente por su profesionalismo, las peores barbaridades las han hecho los no-profesionales, aquellos que combatían por la fe o la ideología. Mercenarios fueron, de un modo u otro, desde los tercios de Flandes hasta los hombres de Hernán Cortés, por poner ejemplos. Decididamente, no me importa que me llamen mercenario, especialmente si quien lo hace es otro mercenario (Recursos Humanos, Gerencia) que demuestra su incapacidad para retenerme en un proyecto, y sólo se le ocurre azuzar el fantasma del compromiso, del amor a la empresa, de un futuro vago e inconcreto...Tampoco me molesta que me lo llamen aquellos que, en el fondo, desearían serlo, pero ni si actitud ni si aptitud se lo permiten, y a los que les molesta que alguien cobre más o promocione por su valía y no por el hecho de convertirse en un fósil viviente en una empresa.
Llegado este punto creo que conviene leer este post de Nodos, donde muchos nos veremos reflejados. La sempiterna tensión que hemos tenido muchos entre libertad (profesional) y seguridad (económica), respecto a nuestra carrera. Y entiendo su conclusión. En su caso SU libertad es SU seguridad. Y es que su habilidad profesional, su competencia, su autonomía,...son las que le garantizan de un modo u otro su seguridad económicaPero tambien es realista, y es consciente de que lo mismo que no se puede garantizar la seguridad por mucho contrato de trabajo que tengas, tampoco la libertad queda cubierta por el mero hecho de ser un freelance (¿a alguien le suena lo de falso autónomo?). Así, se pude ser libre y estar seguro, tanto trabajando por tu cuenta, como en el mundo de la empresa, siempre que sientas que eres tu el que manejas la situación, que eres un profesional que en cualquier momento puede buscarse la vida y decidir a donde va, porque eres valioso.
Tu que me lees, escucha: no, no eres un chantajista. eres un mercenario. Y a mucha honra.