El mercado español del ADSL está que arde. Tras una larga época de crecimiento lento y sin estridencias, los movimientos iniciados en 2004 y que tienen su prolongación en este 2005 están transformando este sector, para regocijo general de los usuarios.
Hasta 2004, el mercado era relativamente estable. Con Telefónica como principal dominador del mercado (a través de Telefonica de España y Terra), y con sus principales competidores viviendo de revender la capacidad que compraban a la propia Telefonica, no se producían grandes movimientos comerciales.
Sin embargo, la oferta de Jazztel de 1 Mb de capacidad a través de su red propia y la decisión de Telefonica de duplicar su capacidad de 256 Kb a 512 Kb animaron definitivamente el mercado. Los competidores, en vez de limitarse a replicar la oferta, empezaron a ser más agresivos: reducción de precios y ampliación de servicios (voz y datos) fueron las respuestas de Wanadoo y Ya.com, principales seguidores. Las cuotas de mercado, relativamente estables durante el periodo anterior, se han empezado a mover de forma notable.
Con estos movimientos, el ADSL parece haber tomado una delantera definitiva respecto a otras alternativas de conexión, como el cable y la línea eléctrica (PLC PCL), sin que éstas hayan tenido ocasión de desarrollar suficientemente la tecnología (en el caso del PLC PCL) o de extender sus infraestructuras (en el caso del cable).
Los retos a partir de ahora se sitúan, para los operadores, en como evitar que en un mercado cada vez más maduro se transforme en el escenario de una batalla de precios que reduzca el potencial económico del sector. Por lo que parece, las principales tendencias para evitarlo serán el desarrollo de una nueva oferta de servicios (que incluya datos, voz y también imagen, con la televisión por ADSL), una mayor segmentación del mercado de clientes y una mejora en la calidad de servicio a los mismos.
Sin embargo, aunque la situación del mercado ha experimentado una mejora significativa, los usuarios no son plenamente felices, percibiéndose tres grandes focos de descontento:
La oferta ha acercado el nivel de prestaciones del ADSL español al de su entorno europeo, pero todavía está lejos en términos de precios.
En este sentido, también se percibe que el incremento progresivo de la "oferta estandar" no está viniendo acompañada de una oferta de menores prestaciones a menores precios, situando el punto de entrada en la tecnología ADSL en un nivel que para muchos usuarios puede ser excesivo.
La asincronía de los incrementos de capacidad (el estandar ha pasado de 256 Kb de subida y 128 de bajada a 1 Mb de de bajada y 300 Kb de subida) es percibida por un sector de usuarios como un "incremento light", que no satisface del todo sus expectativas.
Más información | Intelica Venture Management