Buscar trabajo es un trabajo a tiempo completo. Al fin y al cabo, es la mayor inversión que uno hace en su vida, ya que una importante parte de nuestro tiempo no durmiente nos la pasamos allí.
Hace unos años leí un libro bastante interesante que habla sobre cómo buscar trabajo, se titula "What Color is your Parachute", de Richard N. Bolles, y ha vendido más de 8 millones de copias hasta la fecha.
Una de las cosas que más me llamó la atención del libro es la descripción que hace sobre la paradoja consistente en que las personas que quieren un trabajo lo buscan de forma completamente opuesta a la que emplean las empresas para sus contrataciones. Esto lo refleja en un diagrama parecido al siguiente:
Normalmente, las personas que quieren cambiar de empleo o que quieren conseguir uno porque no lo tienen dedican gran parte del tiempo a mandar currícula a diestro y siniestro. El resultado es que a muchas compañías les llegan diariamente cientos de mails y cartas con información que no tienen tiempo ni ganas para mirar más de dos segundos (eso en el caso de las que siquiera lo hacen). Al final, con suerte el currículum se almacena en una base de datos, y cuando lo vuelvan a leer te habrá dado tiempo hasta a cambiarte de sexo.
También es común responder a anuncios de prensa o de Internet. Muchas veces la publicación de estas ofertas se hace porque lo dictan las normas corporativas, y realmente se busca por los cauces más cercanos (empezando por la base de la pirámide invertida). El resultado es que la empresa recibe muchas respuestas a su anuncio y realiza una selección rápida (menos de un minuto para cada currículum en papel y un filtrado muy selectivo para los que les llegan por Internet) dejando así un porcentaje muy pequeño en la bandeja de “para leer”.
El resto ya os lo podéis imaginar, pero está claro que la confianza y la prueba que garantice resultados es lo mejor que puede utilizar una compañía para asegurarse el acierto en una contratación. Así que si estás buscando trabajo, lo primero que debes hacer es buscar dentro de tu compañía o alguna de ellas en las que hayas trabajado, si eso no funciona usa tus contactos, aunque te parezca que no los tienes en realidad siempre en tu círculo de amigos, familiares y conocidos más cercanos se podrá encontrar a alguien que pueda ayudarte. Si eso tampoco funciona responde a ofertas de agencias de selección, incluso si no tienes suerte para el trabajo que estás buscando pueden verte en otro puesto. En penúltimo lugar, responde a ofertas de empleo de Internet o de prensa y en ellas intentan ajustar (ojo, que no mentir, que eso siempre huele en las entrevistas) tu currículum lo mejor que puedas a lo que la empresa busca.
La última opción, la de mandar tu currícum a diestro y siniestro a empresas, yo la descartaría por completo, para eso mejor jugar a la Quiniela: las posibilidades son parecidas pero la rentabilidad es mucho mayor.
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