Después de la gran popularidad que ha adquirido Leopoldo Abadía con su texto que explicaba de una forma concisa, sencilla y profunda la crisis financiera internacional, se ha atrevido con un libro. Bueno, realmente se ha atrevido con muchas cosas, no hay programa de televisión o radio en el que no participe de vez en cuando, pero hoy toca reseñar el libro que publicó, “La crisis Ninja y otros misterios”.
Y aunque como digo, la explicación de la crisis me parece muy buena, el resto de cosas que hace no me parecen tan buenas. Y este libro no es una excepción. No me ha gustado mucho.
El libro comienza con un repaso a su explicación de la crisis financiera internacional, con algunos comentarios extra y explica también el origen de tal texto. Por aquí el libro todavía me parecía interesante, y creo que este primer capítulo es el único que realmente merece la pena ser leído.
En el resto del libro divaga ampliamente sobre posibles salidas a la crisis, que se basan principalmente en trabajo, ética y optimismo. Para mi demasiado simple, sobretodo porque la solución a la mala ética de los empresarios tiene difícil solución y no aporta mucho de cómo controlar sus ganas de forrarse mucho trabajando poco aparte de pagarles los bonus en los productos estructurados que crearon en su día (bastante poco efectivo, pues en su día estos productos tenían un valor en el mercado y habrían ganado ingentes cantidades de dinero).
Además el libro explica bastantes pocas cosas sobre economía, aparte del origen de la crisis y los balances de las empresas (explicación que también merece la pena; no todo va a ser malo). Se centra en explicar cómo funciona el mundo usando para ello unas conversaciones con un amigo suyo de su pueblo, que no tiene grandes conocimientos pero sí mucho sentido común. Demasiado paternalista para mi gusto.
Lo dicho, a mi personalmente no me ha entusiasmado el libro. Ha aprovechado el tirón de su popularidad para escribir un libro que de otra forma no hubiera llegado a las librerías. Pero reconozco que podría ser interesante para personas con muy pocos conocimientos de economía.