Me temo que me voy a apuntar a esa última moda del cine, constituida por un lanzamiento seguido de una precuela. Hoy os traigo una reseña de Manifiesto Crowd, una obra de Antonio Gutiérrez-Rubí y Juan Freire, de Laboratorio de Tendencias. Y seguramente ya en el mes de agosto os castigue con otra de una obra mucho más antigua, de 1999, Manifiesto Cluetrain, que más allá de la similitud en el título mantiene fuertes semejanzas de forma y fondo con la obra española.
Entre esas similitudes está el que ambas vienen a corroborar un cambio en las empresas, un cambio profundo que convertirá a las que no logren coger la ola en organismos mucho más vulnerables. Pero es que además este libro, al igual que Cluetrain, enarbola un manifiesto (con aforismos muy semejantes: Donde el más antiguo arrancaba con el mercado son conversaciones éste lo hace con el mercado son relaciones), lo articula a través de una web, e incluso permite la descarga de un ejemplar del libro. Lo curioso es que en Manifiesto Crowd no hay una sola mención a Manifiesto Cluetrain, algo que me ha sorprendido enormemente, dado que es una fuente clara de inspiración.
Centrándonos en el libro, que como digo podéis descargar en la propia web, el mismo trata sobre el impacto del fenómeno de la multitud, del crowd que dirían los anglosajones, en la sociedad y en la empresa. La multitud, el colectivo, potenciado por las innovaciones tecnológicas y por nuevas conciencias, configuraría nuevos modos de gestionar, de producir, de financiarse, de comprar, etc... ¿a alguien le suenan terminos como crowdsourcing, crowdfunding, coworking, prosumidores, etc?
Pues sobre todos esos fenómenos va esta interesante obra, en la que podemos encontrar que aquella máxima de que los productos se convierten en servicios evoluciona hasta que los servicios generan comunidades (que por otro lado, a cualquiera que haya leído a Guy Kawasaki, por ejemplo, le tiene que sonar), o la reflexión sobre el vaciamiento de la empresa, de una apuesta por un radical minimalismo de la misma, con unos perfiles líquidos, adaptativos, y tremendamente permeables al crowd...
El libro es fácil de leer (salvo el arranque, que se hace un poco pesado, con algunos lugares comunes y como si adoleciese de una suerte de falta de coordinación entre los autores). Resulta interesante y ayuda a integrar muchos de los fenómenos que estamos viendo a nuestro alrededor dentro de un cierto sistema coherente, como parte de una lógica de las cosas, lo que a su vez hace que percibamos esas manifestaciones de un modo diferente, más profundo (esa ligazón, por ejemplo entre el protofenómeno crowd, el outsourcing, y todo lo que ha venido después).
A mi esta tendencia, este cambio de planteamiento, me parece muy interesante. Pero creo que se peca de un cierto optimismo antropocéntrico, que diría nuestro ex-amado líder. Me resulta un tanto tramposo el cómo distinguen el crowd, la multitud, de las masas, cargando unas con valoraciones positivas, dotándolas de inteligencia "estadística", mientras que las otras son idiotas, son la masa amenazadora de la que nos han prevenido otros pensadores que todos tenemos en mente. Y para separar el grano de la paja, los investigadores parecen situar el punto de corte, la vara que las separa, en el propio observador que trata y analiza los datos, en las herramientas que potencian la participación del colectivo. Entre nosotros me da que dicha aseveración se presta a manipulaciones múltiples, como la Historia nos ha demostrado.
El libro, que en su genésis apostó por usar herramientas y dinámicas en consonancia con el objeto de la materia es realmente una obra inacabada, ya que los lectores pueden, via Twitter o Facebook seguir colaborando en la construcción del Manifiesto Crowd. A eso se llama predicar con el ejemplo.
Más información | Manifiesto Crowd, diarioabierto.es