Nuestro país, durante esta semana, está inmerso en una campaña electoral marcado por un gran incertidumbre lo que va pasar después del 26 Junio. Existe otro punto importante hasta llegar a las elecciones es el cumplimiento del objetivo del déficit.
La Unión Europea ha avisado, después de las elecciones decidirán si sanciona o no a España. Por tanto, el PP ha prometido bajar los impuestos a pesar de dicho aviso, PSOE, Podemos y Ciudadanos no preven dicha bajada. Entonces la pregunta que no surge: ¿Es posible conseguir el objetivo de déficit sin subir los impuestos?
¿Pero que ha pasado con el déficit durante el 2015?
Lo preocupante del déficit del año 2015 es que ha perjudicado y empeorado el déficit estructural. Es decir, el déficit que no depende del ciclo y eso indica que se ha perjudicado a nuestra hacienda pública.
Por tanto, es necesario cumplir el objetivo de déficit del año 2016, pero no por exigencias de la Unión Europea, sino porque nuestra hacienda pública no puede estar permanentemente en desequilibrio y acumulando deuda pública.
El nuevo gobierno debe saber gestionar el presupuesto. Para poder cumplir el objetivo de déficit se deben dar casos:
- Que el crecimiento sea muy extraordinario y es algo que no se está produciendo.
- Que haya una política de austeridad clara.
El objetivo pactado con la Comisión Europea para el año 2015 era del 4,2 por ciento. Durante el mes de abril, la oficina de estadística europea, Eurostat, publicó las cifras de las administraciones públicas de España, y la situó en el 5,1 por ciento, incluyendo las ayudas al sector financiero.
Podemos recordar que la cifra de España fue el segundo país de la Unión Europea en la desviación de déficit, sólo superado por Grecia con un 7,2 por ciento, en el Reino Unido con 4,4 por ciento, en Francia con un 3,5 por ciento y Eslovaquia con un 3 por ciento.
Existe la posibilidad de reducir los impuestos para aumentar el consumo
Reducir los impuesto aumenta la actividad económica de un país. Cuando se reduce el IRPF se aumenta la renta disponible de los ciudadanos, lo que puede animar el consumo y favorecer el ahorro de los hogares.
Asimismo, una disminución del Impuesto de Sociedades inyecta liquidez a las empresas y, por tanto, favorecen la contratación. Es decir, aumenta la base de cotizantes y aumenta la recaudación por parte de los impuestos directamente relacionados con las nóminas.
Se puede reducir el déficit bajando la carga fiscal, y que durante el año pasado se ha conseguido en parte ya que su desviación fue superior al 5 por ciento. Por tanto, menos impuesto provoca un mayor crecimiento.
Una mayor renta disponible que se genera durante una reducción fiscal durante el año 2016 se puede traducir en un crecimiento económico y una creación de empleo, alrededor de 9.000 millones entre el IRPF y el Impuesto de Sociedades.
Se estima que durante el 2015 el impacto de la reforma fiscal en el avance del PIB fue de 0,34 puntos porcentuales y en el crecimiento del empleo un 0,24 puntos porcentuales. El próximo Gobierno deberá realizar un ajuste fiscal superior a los 8.000 millones de euros entre el 2016 y 2017, ya que sino nos enfrentamos a una multa de hasta 2.000 millones por incumplimiento.
La recaudación de Hacienda durante los primeros meses del año se ha resentido, podría parecer muy lejano conseguir los objetivos de ingresos para reducir el déficit.
Aunque, las bases imponibles se han aumentado un 2,3 por ciento. EL IRPF en el 2015 se recaudo más de 72.300 millones de euros, y en durante este año se prevé una recaudación alrededor de 75.400 millones de euros. En Impuesto de Sociedades se prevé unos ingresos de casi 4.000 millones más.
¿Existe margen para reducir los impuestos?
La función del gobierno entrante debe cumplir el objetivo de déficit, pero qué es lo que se debe hacer, y sobre todo, es si existe margen para reducir los impuesto ante esta situación. En realidad existe un margen para reducir los tipos impositivos, pero se tendrá que aumentar la presión fiscal.
El problema que existe para nuestra hacienda pública es que es necesario una profunda reforma de la estructura de los impuestos y, por tanto, de los gastos. Hay que analizar la estructura de los gastos para no tener que subir los impuestos que afectan a la economía de los ciudadanos y que puede ralentizar nuestra economía.
Lo único que se ha hecho durante la crisis es revisar los tipos impositivos y recortar bruscamente los gastos. Una reforma fiscal en profundidad requiere cerrar vías de evasión fiscal como eliminar regímenes de estimación singulares, las desgravaciones en Impuesto de Sociedades e IRPF y, por tanto, bajando los tipos.
Por parte del IVA se deberían limitar al máximo los tipos reducidos de tipos, eliminar los regímenes especiales y, por tanto, se debe realizar una ampliación de las bases de tributación.
¿Qué dicen al respecto los partidos políticos?
Los partidos políticos españoles están en plena campaña electoral informando de lo que harán si son elegidos como presidentes del gobierno. Así, el PP propone una rebaja de impuestos para el año 2016 si son elegidos. Algo que han rechazado el resto de partidos.
El PP prevé para este año un crecimiento económico que permitirá bajar los impuestos y cumplir con el objetivo de déficit acordado por la Comisión Europea. El ministro de economía en funciones apunta que dicha reducción de impuestos que plantea el programa electoral del PP es factible y compatible, y el base es mantener es el crecimiento económico.
El PSOE cree que decir que se van a bajar los impuestos en la campaña electoral no es decir la verdad, ya que hizo lo mismo en el año 2011, cuando anunciaba que bajaría los impuestos y los subió. Ciudadanos plantea que si es posible bajar los impuestos de las clases más desfavorecidas, pero no hasta el año 2018.
El programa electoral de Podemos en este sentido tiene como objetivo apretar el cinturón a las rentas más altas, no sólo de los trabajadores, pymes y autónomos, y así lograr una cierta redistribución de la riqueza.
La AIReF considera factible alcanzar el déficit
A partir de 2017, las proyecciones de ingresos fiscales incorporadas pueden considerarse conservadoras, mientras que la senda de gasto, en un escenario sin medidas adicionales, parece demasiado voluntarista. Según muestra la gráfica de 'AIReF' sobre la capacidad y necesidad de financiación:
La AIReF considera exigente pero factible alcanzar el déficit público del 3,6% del PIB previsto en la APE para el conjunto de las Administraciones Públicas (AAPP), siempre y cuando se ejecuten con el máximo rigor las medidas anunciadas por el Gobierno en funciones.
También se debe garantizar que cada una de las Administraciones Públicas aplica las medidas automáticas de prevención de la LOEPSF. También se considera factible 2017-2019 bajo esas mismas condiciones.
Para la Administración Central, resulta factible alcanzar el déficit propuesto para el 2016 del 1,8% del PIB, pero es imprescindible que se cumplan estrictamente las medidas incluidas en la APE, que no se materialicen determinadas incertidumbres que afectan a las previsiones de recursos y empleos. Para el resto del periodo 2017-2019 la AIReF considera probable alcanzar el déficit propuesto si se consolidan las medidas de 2016.
En El Blog Salmón | Ahora hay que bajar impuestos para subir la recaudación, ¿en qué quedamos Montoro?
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