No es la primera vez que nos hemos referido a la película El Concursante. No me parece una maravilla, pero para una vez que se tocan temas económicos hay que darse con un canto en los dientes. Pues bien, el film plantea muchos temas pero todo gira alrededor de la maldición que supone para un profesor de economía el ganar una serie de premiso en especie, los costes fiscales que implica y el maremagnum en que se ve inmerso. Pues bien, os recomiendo que la veáis, y después preguntaros: ¿estáis preparados para ser multimillonarios?
Los juegos de azar más golosos en España están exentos fiscalmente. Me refiero a los juegos de la ONLAE, de la ONCE, las Quinielas y es posible que me deje alguno. Luego pensemos que si bien nosotros no somos profesores de Economía, como contrapartida no pagamos impuestos por dichos premios. ¿Asunto resuelto? Ni mucho menos, y es que aún así estos premios parecen llevar implícita una maldición. En ocasiones mortal.
Hace escaso días apareció muerto por arma de fuego un hombre que en su día creyó tener suerte. Fue agraciado con 9 millones de Euro de La Primitiva. Sin abandonar su pueblo, donde se construyo una impresionante vivienda, se convirtió en empresario. Seis años después su empresa de transportes se declaraba en concurso con un pasivo superior a los 2 millones de euros. Los rumores sobre las causas y circunstancias de su muerte se disparan. A pie de pagina encontrareis el reportaje en El Mundo.
Son esos situaciones que te hacen pensar. Es frecuente que a los beneficiarios de un premio se les pregunte qué es lo primero que van a hacer con el dinero. Que si tapar agujeros, que si un viaje, que si un capricho, etc….Visito lo visto es fundamental, al margen de rodearse de buenos y honrados asesores el formarse. Es más, partir de determinados importes, y aunque parezca cómico, cabe preguntarse si dentro del pack del premio no debería ser obligatorio para hacerse con el pasar algún tipo de seminario con nociones básicas del mundo financiero así como un apoyo psicológico. Me consta que hay quien hace negocio formando a los herederos de las grandes fortunas (y apostaría a que es una buena inversión, dada la facilidad con que algunos se las pulen).
En cierta medida los problemas de los ricos herederos y de los afortunados por los sorteos es similar. El azar es el que pone el dinero en sus bolsillos, sin que hayan hecho nada por ganárselo, y por tanto sin saber apreciar el verdadero coste de esas sumas. Pero es que en el caso de los premiados es aún peor, pues pasan de nada o poco a todo en un instante. Y yo también creo que es muy difícil que la mente humana lo asimile con facilidad.
Vía|El Mundo
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