La rebaja del IVA del cine fue una gran tomadura de pelo: por qué no debemos repetirlo
En 2012 el Gobierno, en plena crisis, decidió subir el IVA. A pesar de que el PP criticó duramente la subida del IVA hecha en 2010 por el PSOE, una vez en el Gobierno volvió a aplicar la misma medida. En esta ocasión se subió tanto el tipo reducido (del 8% al 10%) como el general (del 18% al 21%). El tipo superreducido se quedaba en el 4%. Pero además hubo una reclasificación de tipos, y algunos productos y servicios pasaron del tipo reducido al general. Entre ellos los productos culturales.
Seis años después de esta medida apenas quedaba polémica, nadie pedía volver a los tipos anteriores ni revertir la subida de IVA. Excepto el sector cultural, que lleva batallando todos estos años con datos falsos y apelando al acceso universal a la cultura.
Por fin tienen lo que querían, pero nos han engañado
En los últimos Presupuestos elaborados por el PP, y pactados con Ciudadanos, pero curiosamente aprobados por el Gobierno del PSOE, el IVA cultural bajaba. Es una simple reclasificación, que hace que los productos culturales que pasaron al tipo general pasen de nuevo al tipo reducido, es decir, el 21% al 10%. Ha tardado en entrar en vigor ya que hasta julio no se han aprobado los Presupuestos para este año definitivamente.
Y lo cierto es que los efectos no se han hecho esperar: los cines han subido los precios. Es decir, la bajada del IVA no se refleja en los precios finales de los consumidores sino que las salas han aprovechado para aumentar sus márgenes.
No, esto no iba de hacer más accesible la cultura, sino de presionar para obtener más ingresos, más beneficios. El Estado está subvencionando la industria de forma indirecta, vía rebaja de impuestos. El lobby cultural tiene que lo quería.
El tipo reducido y superreducido debería ser una excepción
Y es que deberíamos aprender la lección y dejar de subvencionar sectores con rebajas de impuestos. El tipo de IVA general es del 21% y la mayoría de productos y servicios deberían pagar impuestos ahí. Sin embargo en España tenemos una lista de excepciones muy larga, con un tipo medio de IVA del 13%. Además, aunque el IVA es ligeramente progresivo, lo cierto es que medidas como la rebaja del IVA cultural son regresivas, ya que bajan los impuestos a sectores de la sociedad con mayor poder adquisitivo (los que más consumen cultura son los que tienen más ingresos).
Otra excepción muy notoria que tenemos en nuestra legislación es la del sector de la hostelería, que paga un IVA del 10%. ¿De verdad hay que subvencionar restaurantes y hoteles? ¿Quién se los puede permitir? ¿Las rentas más bajas o las más altas?
Lo que debería pasar en materia impositiva en este país es todo lo contrario a lo que estamos haciendo. Basta ya de excepciones, de favores, de dejarse influenciar por lobbies y más transparencia: si se quiere subvencionar a un sector que se haga de forma directa, no con impuestos más bajos.
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