La regla del 4% no es inmutable, hasta su creador la pone en duda

La regla del 4% no es inmutable, hasta su creador la pone en duda
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En los foros de finanzas, libertad financiera, jubilación a los 30 y demás ecosistema FIRE, se comenta mucho la regla del 4%. Esta regla indica que para poder retirarse y empezar a vivir de los ahorros como mucho hay que consumir un 4% al año de los mismos.

Supuestamente, siguiendo esta simple regla, el capital no se agota. Esto es, gastando únicamente el 4% de los ahorros, la rentabilidad media hará que estos crezcan más rápido que el ritmo de gasto y por tanto durarán "infinito", o lo que es lo mismo, nunca se acabará el dinero.

Implicaciones de la regla del 4%

Si asumimos que esta regla es cierta las implicaciones son muy importantes. Nos indica el capital que hay que acumular para poder vivir sin trabajar. Y el cálculo es muy sencillo, siempre que se sepa el ritmo normal de gasto, claro (llevar un control de ingresos y gastos es siempre una buena idea financiera).

Por ejemplo, viviendo en una zona rural y llevando un estilo de vida austero, sin grandes lujos, a lo mejor el gasto está entorno a 10.000 euros al año. Y 10.000 euros son el 4% de 250.000 euros. Si se logra acumular dicho capital, la jubilación está servida.

En cambio, viviendo en una gran ciudad y con cierta actividad social seguramente el ritmo de gasto se aproxime más a los 30.000 euros al año. Esto implica que el capital para retirarse es de 750.000 euros.

Basta dividir el gasto anual que se tenga entre 0,04 para tener una estimación del capital necesario para una jubilación anticipada.

Pero no es oro todo lo que reluce

Sin embargo antes de confiar todo a un cálculo muy sencillo hay que explorar de dónde sale esta regla. Y así aparece Bill Bengen, un asesor financiero que en 1994 publicó un artículo muy interesante en el que se hacía un análisis de la rentabilidad de los activos a largo plazo.

En dicho artículo llegó a la conclusión de que una retirada anual 4% sería suficiente para no perder todo el patrimonio. Pero se suele obviar que lo considera para una persona de 60-65 años porque considera que esta estrategia se puede mantener durante un tiempo, no al infinito.

Otro tema que se suele obviar es que el 4% es del capital inicial (ajustando con la inflación), si el patrimonio crece rápido hay que mantenerse ajustado a este principio porque la cartera se va a llevar golpes en años malos y hay que acumular "grasilla" para compensarlos.

Y por último, el análisis se ha hecho considerando una inversión del 75%-50% en acciones y 25%-50% en bonos, todos de EEUU. ¿Qué pasa si se invierte en otro tipo de mercados?

El creador de la regla dice que se le malinterpretó

Todas estas dudas son razonables. Y he aquí cuando llega Bengen y comenta, 25 años después del famososo artículo, que se han malinterpretado sus conclusiones.

Lo primero que dice es que para él la regla del 4% ya no es válida. ¿Por qué? Porque estaba basado en un análisis histórico y hay un momento clave: octubre de 1968. En dicho momento empezó un mercado bajista que duró 14 años acompañado de una alta inflación, cosa que no se ve en estos momentos. El análisis de Bengen estaba pensado para una persona que se hubiera jubilado en dicho momento y empezara con muy mal pie. Con la regla del 4% podría haber aguantado 30 años sin perder el capital incluso en dicho mal momento.

Bengen considera que la regla ahora es del... 5%

Otros jubilados con mayor suerte tendrían una regla del 7% o incluso (estos muy afortunados) del 13%. El problema, claro está, es que solo se sabe si se es afortunado o no a toro pasado.

Pero Bengen se moja. Ya dijo en 2006 que revisando sus cálculos la regla sería más bien del 4,5%. Y ahora dice que está más por el 5%. De hecho es la que usa personalmente.

Y esto le enfrenta con los que dicen que su análisis fue bueno pero poco conservador y que la regla debería ser más bien del 3%. Pero Bengen tiene sus argumentos. El principal problema de conservar los ahorros y que hizo que la regla original fuera del 4% no fue que los mercados cayeran sino la alta inflación de los años 70. Y eso, ahora mismo, no parece que vaya a repetirse.

Como muy bien dice Bengen, esto no es una ley de la naturaleza sino una ley empírica basado en los datos del comportamiento bursatil desde 1920. Y si las situaciones del pasado no se repiten, pues habrá que ir cambiando la regla. De momento cree que aproxima más al 5%.

¿Y en otros mercados? Pues la verdad es que no habla de ello, está muy enfocado al mercado de EEUU, cuyos resultados han sido históricamente mejores que los de otras bolsas de valores. Por tanto se puede asumir que o bien se invierte allí (pero pensando que el cambio euro-dólar puede tener un impacto en las finanzas) o bien hay que ser algo más conservador. Algunos analizan este tema en profundidad y sitúan la regla más bien en el entorno del 3-3,5%.

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