El sector financiero parece estar inmerso desde hace años en un cambio absoluto en la manera en la que se relaciona con los usuarios. El auge de la digitalización está llevando a que poco a poco la brecha digital cada vez sea mayor, algo que lo sufre en demasía la población más mayor, personas con discapacidades y aquellos que viven en zonas con menos habitantes.
La digitalización, la búsqueda de eficiencia, las fusiones entre entidades y la propia pandemia del Covid-19, ha llevado al cierre de miles de oficinas bancarias, que en muchos de los casos han dejado a numerosos pueblos españoles sin entidades. Ahora encontramos municipios de la geografía española en la que ir al banco se convierte en un imposible.
El cierre de las oficinas bancarias que arrancó con la crisis financiera
El panorama actual de la banca se reduce a una reducción considerable de oficinas, la deshumanización y el abandono de la atención personalizada. Un proceso que arrancó con la crisis financiera del año 2008 y que desde entonces es imparable.
Así se extrae del informe del Banco de España del año 2018. El informe titulado Cierre de oficinas bancarias y acceso al efectivo en España, que fuera elaborado por la directora general de Efectivo y Sucursales, Concha Jiménez, y la directora del Departamento de Emisión y Caja del Banco de España, Helena Tejero Sala, pone de manifiesto como desde el año 2008 hasta el 2018 la situación ha sido imparable.
El estudio apunta a que desde el año 2008 ya el número de oficinas bancarias había descendido en 17.873, colocando a la comunidad autónoma de Andalucía como la región con mayor número de entidades dada a su población y extensión. Desde el año 2017, y a pesar del cierre de las oficinas, España continuaba siendo uno de los países con mayor número de oficinas por habitante.
A fecha de 2017 y según se extrae del informe del Banco de España, un total de 4.109 municipios ya carecía de oficinas bancarias, un hecho que afectaba al 2,7% de la población y que suponía que el 1,96% aproximadamente no tuviera puntos cercanos de acceso al afectivo. El grueso se localizaba en la comunidad autónoma de Castilla y León.
El informe sitúa un imponente recorte de oficinas bancarias. De esta manera en el año 2017 la cifra de 27.706 sucursales era equiparable a las que había en el año 1981, que rondaban las 27.676 oficinas. Después de un ascenso en el año 2008 con más de 45.000 sucursales, a partir del año 2013 el decrecimiento ha sido una realidad.
La aceleración del proceso
Ahora en 2023 parece que la banca española ha puesto fin al continuo cierre de oficinas bancarias. En el año 2022, España contaba con un total de 47,6 millones de habitantes y 17.735 sucursales, es decir una por cada 2.683 personas. En esta situación, según datos del Banco de España, la comunidad autónoma de Canarias es la que menos sucursales por habitante presenta que ha pasado en diez años de contar con una sucursal por cada 1.702 habitantes a una por cada 3.638.
A las islas le siguen Cataluña y Madrid con 3.482 y 3.369 oficinas por habitante respectivamente, frente a las 1.702 y 1.226 que tenían en 2013. Por encima de las 3.000 se ubica también la Comunidad Valencia, que frente a las 1.251 oficinas que tenía por habitantes hace diez años, en 2022 contaba con 3.055.
Con más de 2.000 oficinas por habitantes encontramos las comunidades autónomas de Murcia (2.915), Cantabria (2.794), Baleares (2.766), Andalucía (2.709), Galicia (2.633), País Vasco (2.209) y Asturias (2.182). Por debajo del ranking se sitúan Castilla y León (1.952), Castilla La Mancha (1.869), Navarra (1.623), Extremadura (1.593), Aragón (1.558) y La Rioja (1.492).
Si atendemos por entidades bancarias, Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja Banco, redujeron en el pasado año un total de 1.360 oficinas en España, contando ya con un total de 10.500 sucursales cerradas. Su plantilla descendió con 5.800 empleados menos que en 2021, rondando los 120.600 en 2022.
La España rural la que peor situación presenta
La población que vive en zonas rurales españolas se encuentran con mayores problemas que aquellos que viven en grandes ciudades. Esto se corrobora con el número de entidades que han ido cerrando y que han acabado por dejar a 121 municipios sin sucursales bancarias.
Con los últimos datos aportados por el Banco de España, el país ya cuenta con 4.618 pueblos sin oficinas bancarias, de un total de 8.131. Las consecuencias son que el 57% de los municipios españoles no tienen acceso a los servicios financieros de manera presencial, y se ven limitado al sistema digital.
Si analizamos el mapa, son las provincias de la mitad norte y las del Mediterráneo las que más han sufrido estos cierres. Así pues, es Castilla y León la comunidad autónoma la que peor situación presenta, y es que encontramos a Palencia con una tasa de municipios sin sucursal del 91,6%, Zamora y Salamanca con un 89,5%, Ávila con un 86,7%, Valladolid con 86,2%, Soria con 84,7%, Burgos con 84,4%, Segovia con 81,3% y León con el 78,2%.
Castilla La Mancha se sitúa con Guadalajara en una tasa del 85% de pueblos sin oficina. Por detrás y superior al 70% se encuentran Cáceres y La Rioja; con más del 60% vemos a Castellón, Teruel, Cuenca, Almería, Tarragona y Huesca; y en Lleida, Cantabria, Zaragoza, Girona y Navarra más del 50%.