Reino Unido acaba de anunciar el lanzamiento de un índice bursátil islámico y la emisión de bonos islámicos. Las diferencias con el resto de empresas o bonos, radica en el cumplimiento con las leyes del Corán y en el caso particular de la banca y productos financieros, en la prohibición expresa del cobro de intereses.
Dentro de las finanzas, la religión siempre ha tenido una fuerte influencia y ahora, Reino Unido se quiere posicionar a la cabeza de un mercado financiero que por ahora no está al alcance más allá de los propios países musulmanes.
Los principios rectores de las empresas islámicas
Una empresa que respeta el Corán destaca fundamentalmente por el concepto de éxito que se tiene. Es exitosa la empresa que ensalza, potencia y mejora los propios valores que enseña y dirige el Corán, más allá de los intereses presentes de sus propietarios.
La introducción de la religión en la empresa, crea dos planos o dimensiones temporales; el plano presente y el plano del más allá después de la muerte por la rendición de cuentas ante Alá. En esta línea, el comportamiento del mercado tiene siempre en cuenta las acciones en el presente y el juicio posterior a la muerte por Dios, creando una especie de línea continua no dividida por la muerte.
Con esta filosofía, el cobro de intereses por ejemplo es rechazado por el Islam, puesto que dentro de los principios religiosos destaca el rasgo de compartir con los pobres y ayudar a los necesitados, valor moral que choca de plano con el cobro de intereses.
El concepto de Seguridad Social, pensiones y necesidad de organización social "socialdemócrata" se inspira en los principios rectores de la religión islámica de ayuda y socorro a necesitados, inválidos o viudas por ejemplo, principios que apotan en simultáneo el pago de impuestos al Estado. Tengamos en cuenta pues, que cualquier acción empresarial tiene dos vertientes siempre: el plano de consumo del producto/servicio y los beneficios globales que puede generar para la comunidad.
La estructura financiera de la banca islámica
La banca islámica por tanto, no funciona con intereses, sino con pactos de recompra sobre productos, tiene permitido el cobro de comisiones por las operaciones financieras y busca fórmulas de fijación de precios a futuro para las operaciones de crédito, dado que sí existen los préstamos como tal.
También nos podemos encontrar con operaciones de apalancamiento financiero negativo, dado que los bonos se pueden lanzar al mercado supeditados al rendimiento futuro de la empresa o a la consecución de unos objetivos concretos. La fórmula similar que se usa en nuestra economía es el préstamo participativo por ejemplo.
En el fondo, se están realizando operaciones financieras a diferentes valoraciones temporales, por lo que aunque no se determine un beneficio basado en el tipo de interés, si existe una contrapartida a la operación de préstamo, del bono o del activo que se lance al mercado.
¿Qué opinión os merece a vosotros la banca/economía islámica?
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