La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una propuesta para un mecanismo de garantía de depósitos europeo y ahora los distintos estados deberán negociar y que sustituirá a los mecanismos nacionales de forma completa en 2024.
Las primeras críticas no se han hecho esperar, el presidente del Bundesbank (Banco Central de Alemania), Jens Weidmann, ha dicho que es un sistema injusto porque pagan justos por pecadores, los ahorradores de toda la UE pagarían por los problemas de los sistemas financieros nacionales.
Para Alemania es crucial que antes de que se cree un mecanismo de este estilo los sistemas financieros dejen de depender tanto de los distintos países, ya que ahora mismo dependen mucho de las políticas financieras y económicas nacionales.
Efectivamente un mecanismo de garantía de depósitos es que paguen justos por pecadores. En eso consiste. En que los Europeos tengan una mejor protección de sus ahorros si quiebra su banco porque el resto de depositantes de Europa son solidarios con ellos.
Tiene algo de razón cuando dice Weidmann que hay condiciones previas a un sistema de garantía de depósitos europeo y es que la supervisión de los bancos también debe centralizarse, para no tener situaciones desagradables en que pagan todos por malas decisiones regulatorias locales. Por tanto es importante que el BCE se integre más, que los bancos centrales nacionales sean menos autónomos frente al BCE.
Pero si algo ha demostrado esta crisis es que en Europa falta integración económica. Y al igual que en EEUU si quiebra un banco en Detroit porque su economía se ha hundido nadie desde Nueva York pone el grito en el cielo por rescatar a sus depositantes con fondos de todos, eso mismo tiene que suceder en Europa para que las crisis futuras no sean tan graves. O eso o desmontamos el Euro.
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