Los bancos centrales están en boca de todos y se han vuelto los grandes protagonistas de la política económica de las grandes potencias económicas. Esto no es bueno ni es malo pero ha causado una sensación de dependencia respecto a los bancos centrales y la dejadez de los políticos para intentar cambiar las cosas.
Se puede decir más, parte del trabajo realizado por los bancos centrales como la Fed (Reserva Federal de Estados Unidos) o el BCE (Banco Central Europeo) parece adelantarse a los problemas de riesgos políticos tan habituales en estas últimas décadas.
Nos podemos preguntar: ¿Hasta qué punto los bancos centrales están afectando las política monetaria de los países?
Trump en contra de la política de la Reserva Federal
Las esperadas reuniones de la Reserva Federal de Estados Unidos constatan que tomarán parte en las tensiones comerciales que Trump está provocando, si están se recrudecen. Aunque ayer finalmente la FED no ha subido los tipos de interés.
Es lo que ha denominado la Reserva Federal, jugando con palabras de derivados financieros, 'put de Powell', la opción para inyectar liquidez o disminuir los tipos de interés cuando sea necesario.
En las casi imposibles ecuaciones que están manejando los bancos centrales para haberse tenido en cuenta la política. Aunque también intentos de todo los contrario, con las constantes malas palabras de los políticos que tratan de influir en las decisiones monetarias de los bancos centrales.
Trump se la criticado varias veces por intentar controlas las acciones de la Reserva Federal de Estados Unidos. Trump incluso ha llamado reiteradamente a Powell con tono enfadado por el empeoramiento de los datos del paro.
Trump ha llegado afirmar que el Dow Jones estaría mucho más alto y el PIB aumentaría un 1,5 puntos si el Presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no estuviera al frente de dicha institución.
La política monetaria de Estados Unidos parece necesitar más estímulos
Ahora, lo que la política monetaria parece necesitar son más estímulos y esto va en consonancia con lo que la Reserva Federal va hacer pero no porque Trump lo imponga a la Fed sino porque así parece lo más conveniente para Estados Unidos.
Las expectativas de inflación en Estados Unidos son las más bajas desde hace 2 años y las tensiones en los mercado del petróleo tras los ataques en el mar de Omán introducen aún más incertidumbre sobre cómo se debe actuar.
No subir los tipos en Estados Unidos puede provocar una burbuja de activos
Trump no ha dado tregua a la Reserva Federal ni a Powell. Trump ha pedido varias veces a la Reserva Federal que baje los tipos de interés, para retomar el programa de estímulos (Quantitative Easing o QE) para ayudar al impulsar de la economía de Estados Unidos.
Por otra parte, la paciencia de la Reserva Federal, que no va a subir tipos de interés durante el 2019, podría provocar una burbuja de activos parecida a la que sucedieron a las 2 recesiones económicas más recientes en Estados Unidos.
El esfuerzo de la Reserva Federal por no subir el precio del dinero en lo que queda de 2019 estaría aumentado los precios de las acciones, los bonos de alto riesgo y otros activos a medida que crecen los miedos de un debilitamiento generalizado en la economía mundial.
El Banco Central Europeo quiere que las entidades financieras hagan fusiones internacionales para que no le afecten los tipos de interés bajos
Desde un punto de mira económico, parece más necesario preocuparse por el riesgo geopolítico que por el monetario. En la eurozona hay que tomar muy buena nota porque todo apunta que el próximo sucesor de Draghi está surgiendo de decisiones condicionadas por la negociación en Bruselas. De momento, la independencia del BCE no está en cuestión. Mario Draghi, durante esta semana, dijo de introducir más estímulos a la economía Europea.
Por otra parte, la competencia del sector financiero europeo se ha vuelto más fuerte pese a tener menos entidades bancarias. Captar los clientes se ha vuelto unos de los principales objetivos de los principales bancos.
Al tener unos tipos de interés tan bajos, las entidades financieras han tenido una menor rentabilidad, por esta razón los supervisores europeos quieren que el sector financiero español inicie un nuevo proceso de fusiones transfronterizas.
Desde finales de 2017, algunas entidades financieras cobran a las empresas institucionales, como fondos de inversión, aseguradoras o grandes empresas, un parte por tener los depósitos en las entidades financieras.
Esta comisión se justifica en el cobro del 0,40 por ciento que realiza el Banco Central Europeo (BCE) por dejar el dinero en sus depósitos. En 2017 ya hubo un gran debate sobre esto, y se pensó hasta cobrar a las personas físicas o particulares, pero al final se descartó esta vía.
Tras la decisión del Banco Central Europeo de seguir con la política de mantener los tipos de interés bajo mínimos, las entidades financiera han vuelto a plantear cobrar por los depósitos, pero solo a empresas, lo mismo que han hicieron con las empresas institucionales.
En El Blog Salmón | Así van a compensar los bancos el retraso de la subida de tipos del BCE
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