Aunque las bolsas, el sistema financiero y algunos economistas ortodoxos intentan transmitir señales de que la recuperación es sólida (como Bernanke), lo cierto es que los datos reales dejan bastante que desear. La economía mundial va de mal en peor y esto, señores, tiende a agravarse. Colapsada totalmente la política monetaria, tanto en sus medidas convencionales como no convencionales (la tasa de interés, objetivo prioritario del régimen monetarista se encuentra en torno a cero, y tiene para un año más en esos niveles), ha superado el límite de su eficacia, por lo que no ha quedado otro instrumento de estabilización que la polìtica fiscal. Y he aquí los resultados: los déficit públicos se han disparado a más del doble de un año atrás.
Este ha sido el costo de evitar una Gran Depresión como en los años 30, pese a que hubo muchas crisis financieras de las cuales se pudo tomar lecciones. El gráfico interactivo de Economist Intelligence Unit, nos da cuenta de “la bomba de tiempo” que tiene la economìa mundial, fundamentalmente por el enorme incremento de los déficit públicos. A modo de ejemplo, España, que el 2007 tenía una deuda pública de 555 mil millones de dólares (36,2% del PIB, bastante por debajo de la media europea), llegará este año a 829 mil millones de dólares (58,3% del PIB), y el 2010 a 1,1 billones de dólares (75,9% del PIB), con un endeudamiento percápita de 23.962 dólares.
De acuerdo a la gráfica, los países que tienen un endeudamiento público mayor presentan color oscuro, mientras los países que tienen un endeudamiento público más leve, un tono celeste. Los países de la zona europea como Francia, Italia, el Reino Unido y Alemania, superarán el 2010 una deuda pública de 80% el PIB. Japón, un país emblemático por iniciar esta crisis en los años 90 y tener ya una década perdida, llegará el 2010 a una deuda pública de dos veces su PIB (199%) y un endeudamiento percápita de 79.381 dólares. Para el caso de Estados Unidos, la deuda pública el año 2007 alcanzaba 5 billones de dólares (36,9% del PIB), y llegará el 2010 a 8,9 billones de dólares (60,3% del PIB). Cabe hacer notar que hablamos sólo de la deuda pública, la deuda privada, en Estados Unidos y otros países, es tres veces mayor.
El “reloj” de la deuda pública mundial llega en el momento de colgar este post a una cifra superior a los 35,1 billones de dólares, lo que representa 5.400 dólares por cada habitante del planeta. Hecho que se hace aún más dramático si consideramos que el 40% de la población mundial vive con menos de 2 dólares diarios. De ahí la importancia que adquiere el tema de la desigualdad que comentábamos ayer. El modelo económico de los últimos 30 años ha globalizado la miseria, un hecho que viene a ensombrecer la tan ansiada “recuperación”.
Estos niveles de endeudamiento público son altamente peligrosos. Las nociones conocidas de “ahorro” e “inversión” se verán fuertemente trastocadas y dañarán el consumo y la demanda mundial. Clarísimo resultado de las polìticas de libre comercio que beneficiaron a unos pocos. Todo esto no hace más que demostrar que la estructura ponzi del sistema financiero, advertida en los años 70 por Hyman Minsky, y a quien la prepotencia de la época desterró, engendró un problema económico que se prolongará por varios años. Estamos parados sobre una bomba de tiempo. Mire el reloj y olvídese.
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Imagen | Economist Intelligence Unit