Así es: la crisis de la deuda global está en sus inicios. Si alguien pensaba que terminada la crisis financiera todo volvería a ser como antes (como antes del 2007), sufrirá un desengaño. Es tan enorme el foso de la deuda que envuelve a los países que la bomba de tiempo del endeudamiento global amenaza con convertirse en la próxima guerra fría. La caída del comercio global sufrió el año pasado una baja del 12% de acuerdo a las palabras de Pascal Lamy, la mayor caída del comercio mundial desde 1945. Y esto es solo el principio.
La deuda griega cerró el año pasado en torno a los 407.500 millones de dólares (298.500 millones de euros), una cifra cinco veces mayor a la que desató la crisis de Rusia en 1998 y que la arrastró a una cesación de pagos, o la que vivió Argentina el año 2001. Por eso que la Fed y la oficina de delitos económicos de Estados Unidos, investigan el maquillaje contable que Goldman Sachs instruyó a Grecia para disfrazar sus déficit. Este rol silencioso y contendioso del banco estadounidense vía derivados financieros se investiga para evitar que se repita en el futuro.
La crisis de la deuda está provocando conflictos más allá de lo pensado. En Grecia, el primer Ministro Theodoros Pangalos, exclamó airado respecto a la crítica de Alemania por la transparencia contable griega:
“Ellos (refiriéndose a Hitler y los nazis) se llevaron el oro griego que estaba en el banco de Grecia; se llevaron todo el dinero griego y nunca lo devolvieron. Y no digo que tengan que devolverlo, pero al menos deberían dar las gracias” (BBC)
Dado el poder que han demostrado los derivados financieros (CDS) para desestabilizar países y arrastrar a las economias al caos, tarde o temprano los derivados financiaros deberán ser eliminados o sometidos a una fuerte regulación. Como advertencia, Jared Diamond, en la revista Nature, hace un curioso paralelismo entre la actual crisis griega y aquella de la Edad de Bronce que la hundió en 400 años de analfabetismo. El único consuelo que queda es que no pasará mucho tiempo antes de que la deuda de Grecia no sea el mayor problema. La crisis de la deuda de Dubai está a punto de sumarse a esta larga peregrinación en la cual se irán agregando pronto otros grandes protagonistas como Italia, Portugal, Irlanda y Japón. La crisis de la deuda global está en sus minutos iniciales.
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