Theresa May, la primera ministra británica, ha mostrado cuáles serán sus cartas para iniciar las negociaciones que lleven a la salida del Reino Unido de la Unión Europea. El gran titular que ha trasladado es el propósito de abandonar el mercado único, lo que supone la vía del 'Brexit duro'.
En su discurso ha hecho referencia que si se apostara por la permanencia en el mercado único, significaría en última instancia, que el Reino Unido no saldría de la Unión Europea. May comentó que tanto las partes que apoyaban la permanencia como el Brexit antes de referéndum, conocían que el abandono de la UE está vinculada al abandono del mercado único.
Y es que sus objetivos se centran en la creación de una Gran Bretaña verdaderamente global y por ello, tratará de alcanzar un acuerdo de libre comercio ambicioso con la Unión Europea, sentado sobre una base totalmente reciproco.
¿Qué es el Brexit duro?
La posición del Reino Unido será la búsqueda de los pactos comerciales con voluntad de un comercio libre de aranceles en Europa y el comercio transfronterizo no sea perjudicial, siendo una fricción en las negociaciones.
Sobre el acuerdo de libre comercio propuesto puede tener elementos de acuerdos de mercados y globales actuales en ciertas áreas como por ejemplo la exportación de automóviles y camiones o la libre prestación de servicios financieros a través de fronteras nacionales.
Lo que pretende el Reino Unido es la búsqueda del máximo acceso posible al mercado único, eso sí en una base de reciprocidad total a través del acuerdo de libre comercio de manera integral. En el supuesto de que el Reino Unido no consiguiera el objetivo del acuerdo comercial, May sugirió que el Reino Unido reduciría los impuestos para incentivar a la inversión.
Y es que la posición del Reino Unido para la negociación del Brexit es la mayor libertad para alcanzar acuerdos comerciales en todo el mundo y eso significa establecer tasas de impuestos competitivas al azar las políticas que traigan las mejores empresas del mundo y mayores inversiones a Reino Unido.
Excluyéndose de la Unión Europea y en consecuencia, de su reglamento, el Reino Unido tendrá la capacidad de determinar la base del modelo económico, sin la tutela de Europa.
¿Por qué apuesta por abandonar el mercado único?
May asegura que si el Reino Unido permaneciera como miembro del mercado único significaría en la práctica quedar limitado por la legislación de la UE, lo que supondría mantener la permanencia.
Fuera de la UE,el Reino Unido no tiene que aportar cuantiosas sumas de dinero a la Unión Europea, aunque podría seguir haciendo algunos pagos, eso sí, en cambio de acceso a ciertos programas, sin que ello represente un gran desembolso.
Esto significa, que es posible que en algunos programas europeos específicos el Reino Unido decida participar, pero eso sí dependerá de el Reino Unido y de una adecuada aportación en esos programas, recalcando que las grandes aportaciones se han acabado.
Incluso, May ha asegurado que preferiría dejar la Unión Europea sin un acuerdo comercial que la aceptación de un mal acuerdo. Si esto llega a suceder, se entraría bajo la estela de la adopción del modelo económico revisado en el Reino Unido.
Entre las preguntas de los periodistas, se ha hecho alusión sobre si existiría por parte del Reino Unido el "arma" sobre la Unión Europea y convertirse en en un paraíso fiscal como "arma" de negociación para un acuerdo. May no ha respondido de manera directa y sólo ha comentado que espera conseguir un acuerdo lo más beneficioso para ambas partes.
Inmigración: Bienvenidos los más brillantes y los mejores cualificados
En referencia a la polémica sobre el acceso de inmigración, que fue uno de los ejes centrales del referéndum sobre el Brexit, May ha comentado que el Gobierno pretende dar la bienvenida a los más brillantes y a los mejores cualificados para el Reino Unido.
Por ello, tiene la intención de que el gobierno establezca reglas de inmigración que estén en coherencia a los objetivos trazados en materia de proteccionismo en su mercado laboral.
El pasado octubre conocimos como al gobierno británico tenía la intención de obligar a las empresas que revelaran los extranjeros que tenáin, siendo una medida para empezar a poner en alerta a las empresas en la preferencia de contratación de los británicos sobre los inmigrantes.
La población del Reino Unido es de 64,1 millones de habitantes, de los que 8,6 millones son extranjeros. De ellos, el 54,6% proceden fuera de la Unión Europea siendo el 45,6% restante ciudadanos comunitarios de la unión europea.
El control de la inmigración uno de los objetivos más claros del Brexit. Por ejemplo, el ministro de sanidad británico, Jeremy Hunt, aseguró que entre los objetivos que abarcan en los próximos 10 años está que todos los médicos que ejerzan el país sean británicos.
Podríamos encontrar otras dificultades de los inmigrantes como el acceso a una vivienda de alquiler o bien un aumento en las exigencias para aquellos extranjeros que pretendan sacarse el permiso para conducir taxis.
Posición de la sociedad británica
Una reciente encuesta elaborada por YouGov ha revelado que casi el 39% de los británicos están a favor de la idea de un Brexit duro, sin importar de las eventuales consecuencias de carácter económico para el país en el corto plazo.
Como era de esperar este escenario del Brexit era popular entre que votaron en contra de la permanencia, el 74% de los cuales se posicionó que esta sería su opción preferida (en comparación con el 9% de los votantes de la permanencia.
Una cuarta parte de los británicos quiere un Brexit suave con condiciones de permanencia al mercado único. Esta cifra se eleva hasta aproximadamente un tercio de los votantes que votaron la permanencia del Reino Unido (34%).
Por último, el 23% de los votantes desearían cancelar el Brexit y permanecer en la UE después de todo. Casi la mitad de los votantes que votaron por la permanencia en la UE (48%) siguen manteniendo la esperanza de que el resultado del referéndum será ignorado.
Consecuencias en los mercados
A pesar de que las negociaciones perseguirán el objetivo de un Brexit duro, el discurso de Theresa May ha gustado a los mercados que se tiene como objetivo el libre comercio y por ello, la libra esterlina ha registrado un ascenso cercano al 3%, al pasar de 1,2043 dólares hasta los 1,24 dólares.
No obstante, la decisión del Brexit arrastra, por ahora, una caída de un 16% en la libra esterlina, hasta alcanzar unos niveles no visto desde hace dos décadas.
En consecuencia de la devaluación, la inflación no ha dejado de subir en los últimos meses y en la actualidad se encuentra en el 1,6%. Para entender por qué este repunte de la inflación en los últimos meses sólo falta en ver cómo han reaccionada algunas empresas, entre ellas Apple.
Como podemos leer en el siguiente enlace, Apple está incrementando el precio de las aplicaciones en el Reino Unido en un 25% a causa del Brexit, para que el impacto del deterioro de la libra sea el menor posible en la Cuenta de Resultados.