Los movimientos migratorios hacia los países miembros de la OCDE han alcanzado su récord histórico como consecuencia de las crisis humanitarias globales, los conflictos bélicos y la demanda de trabajadores. En concreto, se calcula que 6,1 millones de nuevos inmigrantes permanentes llegaron a los 38 países miembros, lo que supone un 26% más que en 2021 y un 14% más que en 2019.
Estas cifras aportadas por el Informe para 2022 de la OCDE no incluyen a los 4,7 millones de ucranianos desplazados que vivían previamente en países miembros hasta junio de 2023, así como a los permisos emitidos a estudiantes internacionales, que alcanza la cifra récord de 1,9 millones. Llama especialmente la atención que España recibe casi el 15% de las solicitudes de asilo de inmigrantes de la UE.
De hecho, el repunte migratorio experimentado por Canarias durante el mes de octubre ha batido el récord de llegadas mensuales de migrantes a las islas con 14.976 personas, las cifras más altas que se recuerdan y que incluso superan a las que se alcanzaron durante la crisis de los cayucos del año 2006. Canarias se ha convertido, sin duda, en el punto caliente de los movimientos migratorios.
Los países de la UE que más solicitudes de inmigrantes recibieron
De hecho, un informe elaborado por Eurostat para la UE recoge que en el viejo continente se han registrado 80.665 solicitudes de inmigrantes para recibir asilo por primera vez dentro de los países miembros, un incremento del 20% con respecto a 2022.
En España, el número de solicitudes presentadas durante 2023 fue de 111.593 personas, siendo Venezuela el mayor país de origen. Se percibe que todos los meses han estado por encima de las 10.000 diligencias de inmigrantes, alcanzándose en mayo la cifra récord de 17.405 inmigrantes que realizaron el pertinente trámite de asilo.
En julio de 2023, Alemania recibió 25.105 solicitudes, España11.945 y Francia 10.605, representando el 59% de todos los solicitantes por primera vez. En cuanto al origen de los inmigrantes, los sirios constituyen el grupo más numeroso con 14.835 solicitudes, seguidas de los afganos (8.105), los turcos (5.905), los venezolanos (4.950) y los colombianos (4.600). No obstante, Chipre es la que ha registrado en verano la cifra más alta con 99,7 solicitantes por cada 100.000 personas.
En la UE, frente a las entradas de 2,6 millones de personas como inmigrantes legales permanentes, se estima que hubo 300.000 personas que entraron de forma irregular. En este sentido, Monique Pariat, directora general de Asuntos Interiores y Migratorios de la UE, asegura que es necesaria una respuesta firme de los países miembros para acabar con las redes de traficantes y crear un sistema de migración con vías legales que beneficiase tanto a los países de acogida como a los de ori
La respuesta de España, y en concreto, de Escrivá
Los nuevos inmigrantes que arribaron a las Islas serán ahora distribuidos entre tres comunidades autónomas. Así pues, se prevé que 3.750 personas sean alojadas en instalaciones prefabricadas y campamentos provisionales ubicados en terrenos militares del distrito de Carabanchel de Madrid y de Alcalá de Henares, así como de la localidad murciana de Cartagena y de Mérida (Extremadura).
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y migraciones mantuvo una reunión informativa por videoconferencia con representantes de las principales ciudades y con la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), María José Pelayo.
Escrivá aseguró abiertamente que la situación solo puede empeorar en el futuro, pero que tanto España como los países miembros de la OCDE necesitan de los inmigrantes para estabilizar su población. De hecho, considera que la UE necesitaría que, al menos, 50 millones de personas vinieran del extranjero durante los próximos 25 años en pro de satisfacer la demanda laboral y del Estado del Bienestar.
Explicó que en el caso de España, con una población de 48 millones de habitantes, el crecimiento vegetativo (menos nacimientos que fallecimientos) avanza a un ritmo del 1,8% anual, que solo puede compensarse con la llegada de inmigrantes. La OCDE estima que a España llegaron 471.800 inmigrantes legales permanentes en 2022, convirtiéndose en el cuarto país receptor en números absolutos, solo por detrás de EEUU, Alemania y Reino Unido.
José Luis Escrivá considera que la Comisión Europea calcula que sin flujos migratorios la población activa de la UE pasaría de 200 millones de personas en 2019 a 150 millones en 2050, por lo que se precisan esos 50 millones de migrantes para compensar la tendencia negativa.
No obstante, aboga por transformar las migraciones irregulares en regulares para acabar con la lacra del tráfico de personas. Además, apuesta porque los responsables políticos sean didácticos y expongan a la sociedad la importancia de los flujos migratorios.
En línea con Escrivá, Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, aseguró que solo un 52% de las madres migrantes con hijos pequeños tienen un puesto de trabajo y reflejan una tasa de empleo 20 puntos inferior a la de las madres nativas de los países que las acogen. Si se lograse reducir dicha brecha, entre migrantes y nativas, habría un potencial en la OCDE de 5,8 millones de empleos nuevos.
Si se tienen en cuenta los datos demográficos aportados por el INE, correspondientes a octubre de 2023, de los 48,4 millones de habitantes, 6,3 millones tienen nacionalidad extranjera, pero 8,5 millones es población nacida en el extranjero. Las principales nacionalidades de origen de inmigrantes empadronados en el tercer trimestre son la colombiana (34.000 llegadas a España), la marroquí (24.400) y la venezolana(15.300). Se denota un crecimiento potencial en todas las comunidades autónomas.