La commodity por excelencia, la materia prima más ampliamente utilizada por la inmensa mayoría de las economías del planeta, el crudo, desde hace unos meses tiene una altísima correlación con la evolución de las bolsas. Es por ello por lo que cualquier persona interesada en la evolución de los mercados mundiales no debe quitarle ojo a la evolución del barril de petróleo.
Pero las pesimistas expectativas sobre su evolución, que vienen siendo incluso superadas por la realidad desde hace algún tiempo según ya vimos aquí han sido repentinamente puestas en tela de juicio desde que, a mediados del Febrero pasado, esta materia prima experimentase un giro en su cotización. Veamos por qué puede estar ocurriendo esto y qué puede significar.
Poco antes de mediados de Febrero el barril de crudo marcó el mínimo de los últimos años alrededor de los 27 dólares por barril. Desde entonces su tendencia se ha dado la vuelta, y estos últimos días está cotizando con una revalorización de más del 40 por ciento sobre ese mínimo. Una fulgurante recuperación para un subyacente que nos venía teniendo acostumbrados desde hace meses a una cuasi-permanente tendencia bajista.
Los motivos de este cambio de tendencia pueden ser varios. Sepan que un servidor no maneja verdades inmutables ni predicciones infalibles; uno ya tiene unos años encima como para andarse con esa improductiva búsqueda de seguridad personal. Aquí ya estamos acostumbrados a la omnipresente incertidumbre del mundo que nos ha tocado vivir, a reconocer que todos nos equivocamos, y a la indudable imposibilidad de adivinar el futuro, por lo que ya saben que siempre les hablo de variables y probabilidades de suceso que hay que tener en cuenta en las ecuaciones de nuestras decisiones y opiniones. Lo que de verdad ocurra en el futuro sólo nos lo puede mostrar el Dios Cronos (y tal vez la Diosa Fortuna).
Inventarios de crudo al alza
La primera razón de peso que puede justificar en parte este ascenso puede ser el importante incremento de los inventarios de crudo, que vienen desde finales de Enero batiendo casi todas las semanas sus previsiones al alza, y en una proporción muy importante en bastantes casos. A finales de Enero las reservas comerciales de los países de la OCDE ya acumulaban en total un tranquilizador suministro para 32 días de consumo, y en Febrero han seguido la misma tendencia ascendente.
Dicho incremento puede tener dos interpretaciones diametralmente opuestas. La primera seria alcista, y se basaría en que los compradores de crudo han decidido hacer acopio de barriles de petróleo porque piensan que su precio ha tocado fondo.
Como ya comentamos hace no mucho, la bajada del petróleo podría tener consecuencias muy negativas para la economía mundial que, si el barril de crudo no recupera rápidamente el nivel de los 40$, vamos a asistir a un derrumbe de las bolsas mundiales por las ventas masivas que van a hacer la mayoría de los fondos soberanos de los países productores. De aquí podría surgir un segundo motivo, bajista en este caso, por el que los operadores estén tratando a toda costa de evitar un derrumbe bursátil, y la quiebra en cadena de muchos nuevos operadores petrolíferos, con unas consecuencias de muy difícil predicción para el conjunto de la economía y para sus propios intereses y los del sector.
Un mercado muy volátil
Deben tener en cuenta en su toma de decisiones o en su formación de opinión, que el mercado del petróleo es uno de los más volátiles que existen de entre los más importantes. Es por ello por lo que una tendencia alcista en el último mes debe quedar relativizada frente a una tendencia bajista de ya dura más de un año. Como muestra de ello, ya en los meses de Marzo y Abril del año pasado, la cotización del oro negro experimentó una importante recuperación que luego no resultó más que en un paréntesis en el largo camino bajista que traía.
Evolución del dólar: divisa de referencia del crudo
Un reciente informe de la AIE (Agencia Internacional de la Energía) atribuye parte de las últimas subidas del petróleo a la depreciación del dólar en las últimas semanas frente a otras divisas. El efecto es claro: si el dólar baja, los vendedores quieren seguir vendiendo sin perder valor real en su divisa propia, y a su vez los compradores con una divisa fortalecida tienen mayor capacidad de compra para ejecutar contratos a un precio más alto.
Si bien este efecto divisa es obvio en el mercado petrolífero, de cara a tratar de proyectar la evolución futura del mercado, que es lo que más les preocupará a ustedes, debemos recordar que actualmente los tipos de interés en USA están ya en senda ascendente (aunque el ritmo está aún por ver), por lo que es de esperar que el dólar se revalorice y este factor debería pasar a ser en el futuro más próximo un elemento depresor del precio del oro negro (con permiso de la FED y la disparidad de opiniones en su seno al respecto).
El suelo parece estar dibujado
En una cosa parece haber consenso entre los operadores, y es que parece que el suelo se está dibujando entre los 25 y los 30 dólares por barril. Es un nivel importante además porque la gran mayoría de los pozos de Oriente Medio dejan de ser rentables por debajo de los 20$, por lo que en el supuesto de que este descalabro sea producto de una supuesta guerra comercial, este nivel cobra doble relevancia.
Eso sí, no lancen todavía las campanas al vuelo, que haya un suelo más o menos claro no significa que nos vayamos a despegar fulgurantemente de él a corto plazo.
Oferta y demanda
La AIE declaró hace poco que preveía que el gap entre la oferta y la demanda permanecerá alto en el primer semestre de 2016, y lo que deben tener siempre en mente es que, en todo mercado capitalista, lo que determina formación de precios es la ley de la oferta y la demanda. Ahora bien, ello no quiere decir que necesariamente el precio deba ser algo transparente ni algo coherente con la oferta y la demanda real. De hecho, tanto el dinero especulativo atraído por las fuertes oscilaciones recientes del mercado, como los efectos de las armas utilizadas en una supuesta guerra comercial, seguramente estén distorsionando fuertemente los precios.
De todas formas, si ustedes creen en la teoría de una guerra comercial, deben tener en cuenta que ésta no cesará hasta que los objetivos hayan sido alcanzados: posiblemente será sacar del mercado a los productores emergentes basados en fracking.
Sentimiento Contrarian
Un factor que me gusta especialmente, pero que muchas veces las pasiones humanas de los inversores no permiten sopesar en su justa medida, es el sentimiento contrarían. Ya saben de qué va la Teoría Contrarian: las manos fuertes entran al mercado cuando ya hay un sentimiento inversor fuertemente bajista, y venden cuando la bolsa ha subido y todo el mundo cree que va a seguir subiendo. Es cierto que, hasta este rebote, en el mercado petrolífero había un alarmante sentimiento bajista omnipresente. El reciente repunte ha cambiado algo las cosas, al menos entre algunos inversores, y ya hay bastante gente que piensa que al menos hemos tocado suelo.
Y ustedes pensarán que por ahora no les he dicho nada determinante, tan sólo les he dado elementos de juicio, pero es que ése era precisamente el objetivo de este artículo. Mi opinión personal es que vamos a estar más o menos pegados al suelo unos meses con unas volatilidades propias de este mercado; pero esto no es más que una opinión más, tan válida como muchas otras. Siento decepcionarles si ustedes buscaban en este artículo alguien con una bola de cristal: aquí tratamos la economía con su merecido respeto, si buscan que alguien adivine el futuro, acudan a la quiromancia. Además, en economía, como en la vida, más vale equivocarse uno mismo que pagar en sus propias carnes por los errores de otro.
Imagen | Jack Moreh, octal