Hay muchos datos que demuestra que España sería una gran potencia mundial si no tuviese que cargar con la pesada mochila de la retirada de los boomers. Cuando se retire el último de la generación ‘Baby Boom’, en el año 2052, España habrá gastado un 14% de su PIB. Un auténtico problema si se tiene en cuenta que abonar actualmente una pensión media, de apenas 1.031 euros, implica dedicar un 12% del PIB.
Los cruces de acusaciones entre millennials y boomers se acentúan en un contexto de elevada inflación y tipos de interés, escasa oportunidad laboral y carestía del coste de la vivienda.
Desde la crisis de 2008, la generación millennial (nacidos entre los años 90 y el 2000) ha experimentado una incorporación al mercado laboral con sueldos bajos y una sobre cualificación para los puestos que ocupan. Aunque se pensaba que era fruto de la coyuntura del momento, la situación ha perdurado y las diferencias de renta entre ambos grupos poblacionales son notorias.
En los últimos 15 años, el poder adquisitivo poblacional de los millennials ha caído un 11,2%. Los millennials han tenido que aprender la importancia del ahorroy a presupuestar mejor sus gastos e ingresos que las generaciones precedentes. La inversión es su asignatura pendiente.
A esto se le suma, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que las cotizaciones sociales para pagar las jubilaciones actuales subirán un 0,7% a lo largo de 2024, en base al mecanismo de equidad intergeneracional. De igual modo, se espera que las cotizaciones suban un 1,2% para pagar las pensiones actuales al final de la década.
Según un informe reciente de CaixaBank Research, los ingresos brutos de los hogares con un cabeza de familia de entre 46 y 64 años alcanzaron en 2019 un promedio de 39.500 euros. Superiores a los de otros grupos de edad, aunque representa una pérdida del 19,3% en términos reales en comparación con los ingresos de los hogares del año 2001.
Situación crítica para la renta
La renta media por grupos de edad, entre 2008 y 2022, ha subido un 20%, aunque se comporta de manera diferente entre cada categoría. Los mayores de 65 años han incrementado su renta un 36% (por el aumento de las pensiones), mientras que la de los jóvenes de entre 16 y 29 años apenas ha subido un 13%.
A esto se le suma que, en el periodo comprendido entre 2008 y 2022, el IPC subió un 29,9%, a la par que el poder adquisitivo de los jóvenes cayó 17 puntos porcentuales y el de los mayores de 65 años creció.
De igual modo, un estudio reciente elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) calcula que los jóvenes millennials tardan ahora siete años en alcanzar el salario de sus padres. Además, llama la atención que el 53,2% de los jóvenes presenta dificultades para llegar a final de mes.
Para las nuevas generaciones, comprarse un coche o una vivienda ha pasado a ser un lujo. La pérdida de poder adquisitivo hace que los jóvenes no puedan ser propietarios de bienes raíces, como lo fueron sus padres a su edad.
Los receptores de las transferencias de los jóvenes por su trabajo son los integrantes de la generación ‘boomer’. Propietarios de la mayoría de los inmuebles que alquilan los millennials, reciben sus rentas. De hecho, se estima que cuando la generación boomer se retire, entre esta década y la siguiente, habrá un 50 por ciento más de pensionistas, llegando a los 15 millones en total sobre una población de España de unos 48 millones de habitantes.
España es un referente a la hora de trabajar con eficacia para reducir la pobreza de los mayores, pero no de la juventud.
Distribución de la riqueza
Se calcula que el número de grandes patrimonios crece un 4,2% en todo el mundo, haciendo falta en España unos 2,4 millones de euros para situarse entre el 1% más rico del país. El traspaso de riquezas y herencias de los ‘baby boomers’ a sus hijos, convertirá a los millennials en la generación más rica de la historia, según un artículo de investigación reciente.
La riqueza no les llegará por su trabajo, sino por el de sus padres. Solo en EEUU, se espera una transferencia entre generaciones de unos 90 billones de dólares (83 billones de euros).
Diferentes estilos de vida
A la hora de comparar y realizar un gap de renta entre ambos grupos de edad, hay que tener en cuenta que los millennials son más propensos a citar la propiedad de negocios como una fuente de su riqueza. Los millennials, en el 54% de los casos, gastan más en artículos de lujo y experiencias, frente a los boomers (20-25%).
Con respecto a la gestión de sus propias inversiones, el 69% de los millennials prefieren gestionarlas ellos mismos, en comparación con el 36% que representan los baby boomers. Así pues, los millennials adinerados invierten de manera más diversificada a través de clases de activos, siendo el capital privado (63 %) y las criptomonedas (62 %) las principales en la lista de activos alternativos.
Dos estilos de vida bien distintos, marcados por un gap de renta diferente, con mentalidad diferente y en la que las circunstancias para generar riqueza y obtener ingresos han cambiado. Los millennials lo tienen claro: se esfuerzan el doble, con menos oportunidades, y aún así no alcanzarán el nivel de renta de los boomers.
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