Tras el G 20, el paciente sigue en coma

Tras el G 20, el paciente sigue en coma
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Está claro que el hombre es el único animal que tropieza una y otra vez con la misma piedra. Ya lo dijeron Nietzsche y Laplace en su idea del eterno retorno. Pues bien, como en esas películas de ciencia ficción, hemos retornado al pasado estando en el presente-futuro. Y es que la película que se está filmando y en la que somos del elenco estable es algo así como La Mosca de Cronenberg, pues miramos una transformación salvaje del tejido social y no hacemos más que quedarnos atónitos.

Hay algo que se ha pegado por azar en el adn colectivo y se sigue transmitiendo sin darnos cuenta que ya somos lo otro. Sin duda en Cronenberg, como en todo canadiense, ha estado siempre latente el peligro del contagio, del contaminarse con el consumismo del vecino, aquel que ha hecho del dólar la panacea de la salvación. La mutación, el cruce, la sangre, el adn, son medulares, tal como nuestra historia, que se parece cada vez más a una película de catástrofe que, pese a advertirla, vuelve a repetirse.

Pasó la cumbre del G-20 y terminó con más de lo mismo y soluciones de parche a una dinámica que aún no se comprende. Más allá de las reuniones de urgencia, de la coordinación y de los apretones de mano, aún parece no captarse el fondo del problema y es que estamos en el medio de una crisis financiera, lo que implica un colapso brutal y un quiebre a la forma de mirar y actuar en el mundo, y no se hace nada. No es un panorama sombrío: hasta en los anuncios se abogaba por un nuevo Bretón Woods, una nueva arquitectura financiera, una creación de sistemas más sólidos. Y nada. En este sentido Obama tiene la película más clara pues ya señaló el cierre de Guantánamo y el retiro de las tropas de Irak como una medida de austeridad.

No estamos en el 24 de octubre de 1929, sino un par de meses antes, cuando los especuladores todavía liaban sus habanos con la sonrisa en alto pues el valor de las acciones se había triplicado entre 1924 y 1928 y seguía en ascenso, hasta que el pinchazo hizo arder a todos los Estados Unidos y luego al mundo, por largos cuatro años.

La burbuja especultatica creada en 1926 tuvo su reventón en el crack del 1929. Ahora vuelve a repetirse la historia, con la diferencia de que esta vez hay, por un lado, contundentes conocimientos medicinales para dar indicaciones del tratamiento y, por otro, la historia y la naturaleza que buscan mostrar lo suyo. Se tiende a comparar la actual crisis con aquella y en ella los especuladores subían a los edificios para lanzarse al vacío, y ahora son salvados por los gobiernos. Aquella vez las acciones lograron aumentar tres veces su valor en cuatro años. Tal como ahora, cuyo reventón ha hecho caer a EEUU, la UE y ahora Japón.

Lo que al parecer lo que no se toma en cuenta en la crisis actual es que esta vez su epicentro está en los EEUU, un país que ha ostentado el mayor nivel de consumo de la historia. A modo ilustrativo, la deuda del consumidor con respecto a su renta disponible aumentó desde el 70% de los años 90, al 100% el año 2000 y al 140% este año. ¿Cómo se controla tal colosal déficit?. Tras la cumbre del G20, el paciente sigue en coma.

Imagen | lacolademiperro

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