Tal y como nos avanzó Alejandro, ya conocemos el grueso principal de los Presupuestos Generales del 2012, dado que el adelanto electoral al mes de noviembre, generará que se prorrogue una de las leyes económicas más importantes del Estado. En la situación actual, la prórroga de los presupuestos generales, genera fundamentalmente incertidumbre, dado que se presentan tres graves problemas a resolver en las cuentas públicas para el próximo año.
A nivel macroeconómico, el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y el control del déficit, es uno de los hándicaps más importantes. Los presupuestos de este año, contemplan un déficit del 6% y el pacto de estabilidad, contemplaba una reducción del déficit para el 2012 hasta el 4,4%. Aquí tenemos el primer problema, dado que el equilibrio entre ingresos y gastos de las Administraciones para el año 2011 no puede ser el mismo para el año 2012.
En segundo lugar, para que los presupuestos de este año, cumplan sus objetivos, es imprescindible que se ajusten a los parámetros macroeconómicos que se fijaron. Tal y como vemos, la proyección del PIB para este año es del 1,3% y para el año siguiente, se fijaba el PIB en torno al 2%, siempre con la mirada puesta en el déficit. En ambos casos, tenemos muy difícil cumplir estos parámetros, más aún si nuestros costes de financiación siguen disparados.
A favor de los Presupuestos Generales 2012 puede jugar el IPC y la congelación de las partidas de gasto para el próximo año, las previsiones de paro, que se corrigieron al alza en el mes de abril y el propio aumento recaudatorio que genere la inflación. En todo caso, la desviación del déficit, ronda los 15.000 millones, por lo que las medidas de urgencia para recortar gastos y previsiblemente aumentar ingresos (subir impuestos) serán una de las primeras medidas que ponga en marcha el Gobierno entrante sea del color que sea.
Además, se queda encima de la mesa, temas tan espinosos como la congelación de las pensiones de este año ¿seguirán congeladas o no?, la partida de gasto destinada a la nómina de los empleados públicos, que ya han visto la tijera sobre sus ingresos, las tablas de actualización salarial y las transferencias económicas para las CCAA en el próximo ejercicio, fundamentalmente para financiar, políticas de empleo, sanidad y educación.
Es evidente, que la carencia de los presupuestos generales para el 2012 genera bastante incertidumbre y hubiera sido imprescindible un Pacto de Estado para redactar estos presupuestos con el gobierno saliente y que hubieran sido aprobados sin problema por el Gobierno y Parlamento entrante. Pero pedir ese pacto, es mucho pedir en la Carrera de San Gerónimo.
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