Comienzo de verano y huelga de pilotos. Parece una tradición más, y son cosas como estas las que hacen que los pilotos se conviertan en uno de los colectivos menos simpáticos; a nadie le gusta que le amarguen las vacaciones, y ellos parecen empeñados en hacerlo.
En esta ocasión, el SEPLA (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas) ha iniciado una huelga de 7 días que afectará, según las estimaciones, a más de 200.000 viajeros. Iberia, la compañía para la que trabajan, se ha visto obligada a suspender vuelos.
No voy a entrar en valorar si el colectivo de pilotos es un colectivo suficientemente privilegiado como para hacer huelgas, que más que defender derechos parece que defienda privilegios. Tampoco voy a entrar en si hay derecho a realizar huelgas que pongan en jaque un país, aunque se tuviera razón. O en qué responsabilidad tiene el Estado respecto a garantizar los servicios de transporte básicos del país. Lo que me llama poderosamente la atención es el motivo de la huelga: "esta huelga legal de pilotos no ha sido convocada por ningún tema salarial, ni dinerario, ni de Convenio, sino que el motivo de la misma es defender nuestro derecho al trabajo ante la amenaza de la creación de Catair. [..] Por esa razón, le pedimos a Iberia una garantía seria del mantenimiento de nuestros puestos de trabajo, que no avales bancarios".
¿De verdad estos pilotos viajan por el mundo? ¿O no salen de sus cabinas? Que no, que el mundo ya no funciona así. Que se empeñen o no, las líneas de bajo coste son una realidad competitiva. Que si no es Catair, será otra y, en cualquier caso, pondrá en riesgo sus empleos. Y ni Iberia, ni el Estado, ni nadie en el mundo podrá garantizarles nada a ellos. Porque están en un mercado competitivo. Mercado que evoluciona, y en el que no hay garantías para nadie.
Competencia, amigos pilotos. ¿Quieren conservar sus puestos de trabajo? Trabajen por convertir a Iberia en una aerolínea competitiva, innovadora, puntual, esmerada en la atención al cliente, con costes y precios ajustados. Si lo consiguen, ya verán cómo no les falta el trabajo.