Todos hemos visto alguna vez un extracto bancario con algún cargo extraño del que no tenemos noticia, o alguna factura del teléfono en la que se nos cargan importes indebidos o facturas eléctricas “estimadas”. Curiosamente esos errores no son nunca a nuestro favor, y por supuesto no son responsabilidad de los emisores, “ha sido un error del sistema” es una respuesta muy socorrida.
El hecho es que un cargo indebido de 9 euros por una tarjeta que no tienes, te molesta, pero te conformas con que te lo abonen de nuevo, y aceptas el error de sistema como “cosas que pasan”, y no tomas ningún tipo de medida adicional por lo que te supondría de tiempo y molestias, y esa actitud supone jugosos beneficios a los que han tenido el error.
Pero vamos a ver para quien son benditos esos errores de sistema. Un banco grande (como el que me ha cargado a mi los 9 euros por una tarjeta que no tengo) tiene varios millones de clientes sólo en España, pongamos que ese “error” sólo se ha producido en las cuentas de 1 millon de clientes, pero se convierte en una inyección de liquidez gratuita (no van a pagar nada por ella) de 9 M de euros, que te devuelven una semana después de que lo reclames, eso si te das cuenta del cargo y lo reclamas; si no ni te lo devuelven, o como me hicieron a mí, cargo y abono en el mismo día, pero al día siguiente me lo cargan de nuevo hasta que no reclame.
Las compañias de telefonía usan el mismo truco, uno o dos euros de más en una factura de 40 o 50 euros con muchas llamadas, ni la notas. ¿Alguien se molesta en llevar un control de las llamadas que hace, el tiempo que duran y la hora a que se efectúan? No, nos fiamos de lo que pone en la factura, y con eso juegan. Ya he visto en mis facturas llamadas al mismo operador facturadas como si el operador fuese otro, y pequeños errores que son unos pocos céntimos en cada factura, en una compañía con varios millones de clientes a los que promete devolverles lo facturado por error en la siguiente factura, cosa que no sucede, pero te cuesta más la llamada reclamando 30 céntimos que el caso que te van a hacer, y de eso se aprovechan. 30 céntimos por 20 M de clientes, son sólo 6M de euros.
El problema es que todo esto se está convirtiendo en costumbre, y ya lo empiezan a hacer compañías más pequeñas, con apenas unos miles de clientes, cuando necesitan o les apetece un aporte extra de ingresos.
Cuando éramos pequeños a todos se nos ocurrió alguna vez aquello de que: “si cada español me diera una peseta yo sería millonario”. Se ve que las grandes empresas, con muchos clientes, han encontrado la manera de llevarlo a la práctica sin que podamos hacer gran cosa por evitarlo, ya que son: “errores de sistema”.
Todos los que trabajamos habitualmente con ordenadores sabemos que los ordenadores no se equivocan por sí solos en las operaciones que hacen habitualmente, siempre operan con precisión, el único fallo posible es la introducción errónea de datos, y hasta donde yo se, los ordenadores no suelen inventarse los datos con los que operan (estaríamos perdidos).
Hace poco salió la noticia de que se ha admitido a trámite una demanda conjunta contra varios bancos por las cláusulas de suelo de las hipotecas, abusivas a todas luces (como muchas otras); quizá va siendo hora de empezar a unirnos los afectados por esos pequeños errores de sistema para que se fuese poniendo coto a esa despreciable práctica.
Las grandes compañías tienen sus propios gabinetes jurídicos que les han servido hasta ahora para evitar que el cliente reclame por esos 9 euros que prometieron devolverte, o esos 30 céntimos que te han cobrado por error y que siguen sin devolverte.
Me gustaría empezar a ver páginas en Facebook (muy útiles para estas cosas) donde se fuesen adhiriendo reclamantes para presentar demandas conjuntas, ya no para que nos ingresen esos nueve euros, que ya damos por perdidos, sino para que no nos sigan estafando achacando socorridos errores de las máquinas.
Si conocéis alguna página de ese tipo poner el enlace en los comentarios, sino ya estamos tardando en crearlas.
En El Blog Salmón | Esta crisis oculta la mayor estafa financiera de la historia
Imagen | Fran Carreira