Uno trata de convencer de que el móvil no es un problema, mientras controla sus gastos. Y otro continúa con su giro hacia el móvil y la nube. Tanto Google como Microsoft cerraron los primeros tres meses del año con cifras que han despertado una reacción muy positiva entre los inversores.
En el caso de Google, el guión no es muy diferente a lo que se esperaba. Menor tasa de crecimiento en los ingresos, que ascendieron a 17.258 millones de dólares (si se excluyen los pagos a 'partners' de la publicidad se queda en 13.900 millones). Un 12% más, frente al 19% de incremento de un año atrás. La principal causa: la caída del precio de los anuncios en un 7%, pese al crecimiento del 13% en el número de éstos.
Pese a ese menor incremento en las ventas, los beneficios crecieron ligeramente hasta los casi 3.600 millones de dólares. Y es este uno de los puntos que han aplaudido en el lado inversor: el control de los gastos operativos. Crecieron un 21%, hasta los casi 6.500 millones, frente al 35% de aumento anterior.
El otro de los puntos que más preocupan entre los inversores es su desempeño en el móvil. Para muestra un botón: gran parte de la comparecencia de los directivos tras presentar las cifras versó sobre este asunto. Y el objetivo de la compañía no era más que calmar los ánimos y justificar la caída de los ingresos por los anuncios señalando que el problema está en el rápido crecimiento de Youtube y la dificultad para medir si el usuario los omite o cierra.
Parece que ambos asuntos han convencido a los mercados y prueba de ello es que hoy la acción de la compañía cotiza en verde y sube por encima del 3% (hasta ahora, el año se había saldado con apenas un incremento del 5%).
Microsoft y la nube
La otra gran tecnológica que presentaba resultados era Microsoft. La compañía sigue teniendo como reto su giro hacia el móvil y la nube frente a la pérdida de fuerza de los escritorios (y de su negocio original con Windows). Y los resultados han despertado un gran optimismo.
Los grandes trazos: 21.700 millones de dólares de ingresos (un 6% más), por encima de las previsiones, y unos beneficios netos de 4.985 millones, un 12% menos. Pero más allá de las grandes cifras, la compañía consigue compensar parte de la caída en las ventas de licencias de Windows con su negocio en la nube.
En concreto, esta división creció por encima del 100% convirtiéndose en un negocio que al año superará los 6.300 millones de dólares de ingresos para la compañía. A esto se suma también el buen comportamiento de las ventas de su tableta, con un 44% de incremento hasta superar los 700 millones de dólares, y de sus móviles.
¿La reacción en las bolsas? Con cierta sensación de euforia. Si en lo que va de año la compañía había perdido hasta casi un 7% de su valor, en la recta final de la sesión en el Nasdaq se había revalorizado más de un 10%.
En El Blog Salmón | La larga travesía de Microsoft hasta las 'nubes', Google y el peso de su propio crecimiento
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