Están llamados a unirse para hacer frente a los otros dos grandes: Vodafone y Telefónica. La presión es aún mayor desde que la primera sacó la chequera para adquirir la ‘cablera’ ONO. Jazztel y Orange siguen sin cerrar su unión. Y mientras se suceden las declaraciones y los movimientos, los números sobre el papel representan la cara y la cruz. Caídas en ingresos y beneficios de una e incrementos significativos de otra.
Es el trimestre en el que la presión para su unión ha sido mayor. La compra de Ono obliga a Orange a mover ficha. Pero los buenos resultados de Jazztel y ese consenso respecto a la necesidad de esta unión para hacer frente a un escenario con tres grandes actores han incrementado enormemente su valor. Y eso ha hecho que haya muchas dudas sobre la adquisición. El propio responsable financiero de la compañía francesa, Gervais Pellisier, lo dejaba claro hoy: “No hay urgencia para moverse”. Advertía de que ven “menos oportunidades” de adquisición en comparación con lo visto sólo un mes atrás, aunque siguen “atentos” a oportunidades.
Pero mientras los capítulos sobre esta historia de amor y desamor empresarial se sucede, las cifras económicas describen el comienzo de año de ambas compañías. Precisamente ambas han elegido la jornada de hoy para presentar sus resultados trimestrales que, como decíamos, han mostrado dos caras muy distintas en lo financiero.
Las de Jazztel representan la cara. Un 17% más de ingresos (282,7 millones de euros), un Ebitda de 50,5 millones (23% más) y un resultado neto de 15,8 millones (un 30% de incremento). La división minorista y, especialmente, el móvil, gracias a la oferta convergente, han sido los causantes de unos resultados en los que también se refleja una inversión de 81,5 millones de euros para el despliegue de la fibra (un 20% inferior a lo que se tenía previsto en los planes de la empresa).
Y las de Orange son la cruz. En España la multinacional gala comenzó el año con una reducción del 1,2% en ingresos, hasta los 977 millones de euros, en un mercado donde la ‘guerra de precios’ sigue en plena vigencia. Al margen de lo que la firma llama impacto de medidas regulatorias, valorado en unos 42 millones de euros, el volumen de negocio hubiera crecido un 3,2%. Sobre el papel, los ingresos por servicios móviles cayeron un 16,2% y los del negocio fijo aumentaron casi un 10%.
Pese a las posiciones ‘oficiales’, ambas compañías están condenadas a entenderse. En un escenario con Telefónica, como líder, y Vodafone con gran potencia en el negocio convergente, Orange debe tomar cartas en el asunto. La ‘burbuja’ en la valoración de Jazztel (se ha revalorizado un 26,5% en lo que va de año pasando de 7,79 euros por acción a los 10,6 con los que ha cerrado hoy) no lo está poniendo fácil, pues el precio a pagar será mayor. Veremos.
En El Blog Salmón | Vodafone y ONO: echando la vista atrás, Cuenta atrás para la compra de Jazztel: ¿Se llevará Orange el gato al agua?