La semana pasado vimos cómo una empresa con 50.000 millones de dólares en depósitos experimentó una bajada en su rating hasta el nivel de 'no inversión', es decir, sólo para los inversores que aceptan altos riesgos, y con perspectivas de más bajadas. Este es el caso de General Motors. Ford también sufrió el mismo bajón con su rating. ¿Quién hubiera pensado, cuando General Motors y Ford encabezaban las listas de las empresas más grandes del mundo, que se iban a venir tan abajo?
Tiene que ver que General Motors tenga 292.000 millones de dólares en deuda y que la deuda de Ford alcance 161.000 millones de dólares. También tiene que ver que sus productos más rentables van perdiendo su fuerza en un mercado cada vez más competitivo. Además, las negociaciones con los sindicatos les va muy mal.
Pero más importante es un problema que, hasta hace poco, nadie tenía en cuenta: los enormes gastos médicos de sus empleados y ex-empleados, que son cubiertos por la empresa. General Motors ha estimado que sus gastos médicos podrían sumar 5.800 millones de dólares en 2005, subiendo desde los 5,200 millones de dólares del año 2004. Esto comparado con sus beneficios en 2004 de 1.500 millones de dólares y pérdidas proyectadas para este año. A finales del 2004, General Motors tenía una deuda acumulada por razones de gastos médicos de más de 57.000 millones de dólares.
A esto también hay que añadir los gastos de pensiones que están obligados a pagar a sus empleados retirados. Para General Motors, estos gastos superan los 3.000 millones de dólares anuales.
En Europa, parece estos gastos sólo ahora se están considerando. Para evaluar el valor y el futuro de las empresas, incluso de su solvencia, es fundamental analizar el impacto de todos estos gastos yá que, en estos tiempos de pre-jubilaciones, seguro que subirán.
Via | Cinco Días Más información | Standard and Poor´s