Fue conocido como el Rey del Pop y sin duda que su legado de música y talento dará cuenta que fue uno de los grandes de nuestro tiempo. Pero más allá de su entrega como cantante y bailarín, su talento dramático otorgaba a cada minuto de su actuación algo muy especial y mágico. Por ello que su muerte, a pocos días de volver a los escenarios tras cuatro años de silencio (debutaba en Londres el 13 de julio), enluta a todo el mundo artístico, y también a toda una industria discográfica que pierde a una de sus máximas estrellas en la venta de discos.
Porque Michael Jackson marca un antes y un después en la música popular y sin él es imposible entender la historia del pop, el auge de MTV, los compac disc o las primeras grabadoras de video que crearon la Sony y JVC a principios de los 80. Si a veces el éxito comercial no necesariamente implica mérito artístico, con Michael Jackson la calidad artística y el talento relucían. Fue un genio musical. A los diez años ya era un cantante profesional y vocalista de los JacksonFive, el grupo con el cual bailó y cantó rhythm & blue a fines de los 60 junto a sus hermanos. A los 15 inició su carrera solista y a los 20 ya ganaba su primer Grammy. Pero fue a los 23, con su notable Thriller cuando cambió la historia de la música, del cine y de la televisión para siempre..
Más de 120 millones de copias se vendieron de aquel legendario disco que aún se escucha y se baila, así como se repite una y otra vez el notable video de 13 minutos dirigido por John Landis, que en su época tuvo un costo de dos millones de dólares, el más alto para un clip musical. Aquel magistral baile de zombies, inspirado en un par de pelìculas de la época como Hombre Lobo en Londres (de Landis) y El amanecer de los muertos (de George A. Romero), dieron un giro a la industria musical provocando una simbiosis con la televisión en la época en que nacía MTV con su difusión continuada de clips musicales donde Michael Jackson con sus fabulosos clip era, por cierto, el Rey.
Su talento para la invención de pasos de baile, la musicalidad y el ritmo lo convirtieron en un artista único que supo llevarse con Paul McCartney, Elizabeth Taylor, Steve Wonder y todos los artistas de su generación. En los años 80, fue uno de los primeros en llevar a la industria discográfica por la lucha contra la drogas y el alcoholismo. Por su aporte en organizaciones de beneficencia, en 1984 recibió una medalla en la Casa Blanca de manos de presidente Ronald Reagan. Y al año siguiente, Jackson marcaría nuevamente un punto de diferencia cuando escribió y produjo We are the World, un disco y clip musical para ayudar a los pobres de África.
Gracias a Michael Jackson y sus campañas por los beneficios sociales, muchas empresas comenzaron a aplicar conceptos como la Responsabilidad Social Empresarial, o ayudaron a la creación de instituciones en beneficio de los pobres y hambrientos del mundo. Muchos de esos niños que sobrevivieron gracias a esos planes, quizá no sepan el aporte que tuvo en sus vidas la figura de Michael Jackson que hoy descansa en la paz eterna.
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