Recientemente hablaba acerca de Renta 4, quizás el ultimo mohicano de lo que, en su día, fue una forma de entender el negocio de Banca Personal o Privada en España. Entidades independientes , muy centradas en Bolsa, aunque también lanzaban sus propios vehículos de inversión colectiva, y que, con su posterior venta, hicieron de oro a sus fundadores. Podemos hablar de Beta Capital y César Alierta, de FG y Francisco González, etc...
Pero entre todos la joya de la corona era AB Asesores, la primera en la que se pensaba cuando hablábamos de este tipo de negocio. Probablemente la que tuvo mayor éxito en la divulgación de un capitalismo popular, en el acercamiento al pequeño inversor del mundo de la Bolsa a finales de los 80. En su momento fue vendida a Morgan Stanley, uno de los grandes Bancos americanos. Tras numerosos problemas en su Alta Dirección, tras ajustes de plantilla y red de sucursales, tras haber sobrevivido a la travesía del Desierto de la última gran crisis bursátil, etc...ahora van los norteamericanos y la venden. En mi opinión hay una serie de puntos interesantes a destacar en la noticia:
- Una vez más esta noticia confirma que a la Banca Extranjera le costa Dios y ayuda el encontrar el camino del éxito en España. Este es un mercado hipercompetitivo, donde no funciona el mando a distancia de la gestión desde Londres. Algunos aseguran que el motivo de la venta es la necesidad de liquidez que puede haber golpeado seriamente a Morgan. Otros dicen que el tipo de negocio que desarrolla MS España, excesivamente minorista, no cuadra con la filosofía del grupo. Y por fin otros señalan que es extraño optar por la venta si esta división de la firma financiera gana dinero. Yo creo que ahí esta la clave. Ganará dinero, pero no el suficiente como para no ser vendido, obteniendo liquidez y sin perjudicar al concepto de negocio de la empresa. En todo caso, los responsables de no haberlo sacado adelante son los directivos de la firma a nivel mundial o europeo. No han estado a la altura.
- No van a tener fácil la venta. En parte porque quieren quedarse con la chicha, y en parte porque el negocio de Banca Personal o Banca Privada es un negocio que gira alrededor del humo. En gran medida son humo o ilusiones lo que se vende a los clientes. Es cierto que también asesoramiento, producto, etc...pero hay mucho de champú y cariño, que diría un viejo conocido. Y también es humo la estructura de estas entidades bancarias. La propia MS lo ha sufrido, viendo como tras la compra de AB Asesores comenzó la diáspora de los comerciales, y con ellos de sus clientes. Y no no es engañemos, esto va de clientes, no de adquirir costosos, y con frecuencia inútiles servicios centrales. Esta ligazón cliente-comercial es especialmente alta en este tipo de Banca, como también es especialmente alta la movilidad de este tipo de clientes, mucho más que la del típico cliente hipotecado de Banca comercial. ¿Quién le garantiza al comprador de MS España que van a ser capaces de retener a los comerciales y por tanto a los clientes? Es que hay mucho mercenario suelto...
- Como consecuencia de la anterior conclusión, y por mucho que se niegue, los sueldos de los Bancarios que trabajan en Banca Personal son, en muchas ocasiones disparatados. Disparatados por que no se corresponden con el negocio que traen. Más bien, es una prima de retención para evitar que se lleven el negocio que en su día aportaron. Disparatado porque, ante la ausencia de los perfiles adecuados, se opta por gente más barata pero en absoluto preparada, lo cual acaba siendo más caro aún. Disparatado por que en ocasiones se esta pagando por encima del propio rendimiento de la cartera de clientes.
Y para acabar, noticias como estas sirven para recordar al CEO de Renta 4 que precisamente por la crisis del ladrillo, precisamente por ello, las cuentas de sociedades como las suyas pueden verse seriamente afectadas. Pensar que la Bolsa es sistema cerrado , sin relación con la economía real es muy peligroso. El mercado comienza a pintar mal para la Banca Personal. Algo de ello le podrían contar en Gaesco, donde desearían que el ladrillo, al menos el yanki, no hubiese pinchado.
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