La farmacéutica Novartis se ha negado a hacer caso a la petición de la OMS de regalar vacunas para la nueva gripe H1N1 a países pobres. Eso sí, ha dejado la puerta abierta a distribuirla a un precio reducido. La polémica está, pues, servida, ya que otras farmacéuticas, como GlaxoSmithKline, sí que se han comprometido a regalar millones de dosis.
¿Está actuando de un modo insolidario Novartis por no querer regalar sus productos a países que no se pueden permitir una vacunación masiva? Sí, definitivamente. Pero no más que el resto de las empresas y ciudadanos del mundo.
Novartis es una empresa que se dedica a ganar dinero fabricando medicamentos. Y tiene unos costes de investigación y de desarrollo de sus productos. Por supuesto, el tema de la nueva gripe puede llegar a ser un problema de seguridad mundial y por tanto la vacunación debe ser masiva. Pero no sólo en los países desarrollados, sino en todo el mundo. Hay países en los que sus Gobiernos no se pueden permitir tal gasto y menos sus ciudadanos. Por tanto, es necesaria la solidaridad y que las vacunas lleguen gratuitamente (ya sea por una verdadera solidaridad humanitaria o por un sentimiento egoísta de evitar que la enfermedad se propague). Pero, ¿por qué tienen que asumir las farmacéuticas todo el coste?
¿Por qué no lo paga la OMS? ¿Por qué no los diferentes Estados desarrollados? ¿Por qué no pueden asumir el coste otras empresas que no estén en el sector farmacéutico? Es más, ¿por qué no debemos asumir el coste los ciudadanos del mundo de una forma directa? ¿Por qué no donamos dinero para el reparto de estas vacunas gratuitamente en el tercer mundo? Creo que muchas veces asumimos que cuando una empresa se dedica a fabricar medicinas debe proporcionarlas gratuitamente a quien no se las pueda permitir, y a lo mejor deberíamos pensar que son una empresa más en la cadena. ¿Por qué no se dice a DHL o UPS que debe enviar las medicinas gratis? ¿O que las personas que trabajan cargando y descargando las cajas de estas medicinas en el origen y en el destino deben hacerlo de forma gratuita? ¿O que los pilotos que lleven en avión sus cargamentos que no deben cobrar por ese viaje?
En la OMS atacan el eslabón más fácil, el que nos lleva a los ciudadanos a una fácil asociación: fabricas medicinas, tienes regalarlas. Y el impacto de decir no es fuertemente impopular. Decir sí tiene un coste, pero no perjudica la imagen, que tanto dinero cuesta labrarse. Ahora Novartis ha decidido tentar a la suerte. Y es egoísta, sí, pero no más que lo que hacen muchas empresas y muchos ciudadanos.
En El Blog Salmón | El gripe aviar, ¿estamos preparados?
Vía | El País
Imagen | newtype2011