Desde este fin de semana, Telecinco retransmite el Campeonato Mundial de Superbike. Se trata de un campeonato de motos que, a diferencia del Campeonato del Mundo de Velocidad, no utiliza prototipos de competición, sino modelos más cercanos a los existentes en el mercado.
¿Qué pretende Telecinco con este movimiento? En primer lugar, está claro, le encantaría repetir el éxito alcanzado con la Fórmula 1 y Fernando Alonso en las temporadas anteriores y que tan buenos resultados le han dado. Para ello, está aplicando el mismo esquema a la cobertura de los eventos: reportajes pormenorizados, cobertura en directo de toda la competición (calificaciones incluídas), apoyo insistente de los servicios informativos de la cadena, anclaje a una figura individual para atraer al público (Fonsi Nieto hace las veces de Fernando Alonso)...
En mi opinión, es difícil que lo logre: Fonsi no es Alonso, la Superbike no es una modalidad conocida (mientras que el Campeonato del Mundo de Velocidad, que transmite Televisión Española sí lo es, además con gran tradición y figuras nacionales más que reconocidas como Dani Pedrosa)...
Sin embargo, no tiene por qué ser necesariamente un negocio ruinoso, ni mucho menos. Primero, aunque no conozco las cifras, estoy más que seguro que los derechos de retransmisión del Campeonato de Superbike no son comparables, ni de lejos, a los pagados por la Fórmula 1 o por el otro Campeonato de Motociclismo. Con una menor inversión, los resultados necesarios para rentabilizarla son menores.
Además, las fechas de este campeonato son prácticamente complementaria (solo hay coincidencias en 4 de 13 carreras) con la Fórmula 1. Es decir, que con esta jugada Telecinco consigue casi duplicar el número de fines de semana en los que llenar la programación con deporte de motor: producción propia, muchas horas con un coste fijo (es decir, que el coste de retransmitir una carrera - traslado de equipo, montaje, etc. - es fijo, y cuantas más horas de parrilla se cubran con él, menor será el coste unitario), programación diferenciada, "alimentación" para los servicios informativos...
Se me ocurre que, además, este campeonato puede servir como escuela para muchos profesionales técnicos de la cadena que, una vez demostrada su pericia, puedan pasar a cubrir la apuesta grande, la Fórmula 1. O servir como complemento ideal para completar las jornadas laborales de dichos técnicos ambulantes: en vez de viajar fuera cada dos semanas a cubrir la Fórmula 1, te vas una semana a los coches y otra a las motos. Y todo por el mismo sueldo.
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