Llevamos unos días repasando los bajos fondos de la economía, hemos hablado de prostitución, blanqueo de capitales, evasión fiscal, pero no hemos mencionado el tráfico de drogas. Aprovechando la noticia sobre la detención de una red de distribución de cocaína a domicilio creo que podemos reflexionar un poco sobre el tema.
Muchas veces las organizaciones criminales copian de las empresas legales la aspectos como la estructura de negocio, distribución logística, etc. No sé si este tipo de copia es realizada de una forma inconsciente o de una forma consciente, que se hiciera de forma consciente hasta daría pie a pensar que los mafiosos atienden en las escuelas de negocio, pero no vamos a entrar en esas especulaciones ahora.
En un capítulo de Freakonomics cuentan como al analizar la estructura empresarial y la gestión de la distribución de crack en los bajos fondos de Chicago, los investigadores se dieron cuenta de que el organigrama de la distribución se parecía mucho a la de una empresa, de hecho se dieron cuenta de que se parecía mucho a McDonald’s. Había unos jefes que controlaban una zona en la que operaban varios docenas de camellos. Estos jefes tenían unos asistentes que les ayudaban a gestionar y mantener la distribución y disciplina entre los camellos (que eran los recién llegados a la mafia). Por encima de esta distribución había un consejo de una docena de miembros que eran los que se encargaban de la distribución de crack en toda la ciudad.
Curiosamente la última detención muestra que otra distribución de drogas también había copiado el modelo de la comida rápida. El plan de negocio que utilizaba la mafia que se ha detenido es la distribución a domicilio, un sistema que todos conocemos por las pizzas. Creo que no conozco a nadie que jamás haya pedido una pizza a casa, pero por si algún lector lo desconoce básicamente uno tiene propaganda en casa, elige, llama y en un tiempo les envían la pizza (o lo que hayan pedido) a su domicilio; rápido y muy útil cuando necesitamos comida pero no la podemos (o no queremos) cocinar.
En el caso de las drogas aparte de las ventajas de la distribución a domicilio, tenemos que los consumidores no tienen que desplazarse a adquirir el producto en una zona complicada. Este modelo de distribución surgió hace unos años en Nueva York, y pronto se expandió por el resto del mundo, en el 2006 París, Londres y Bruselas ya tenían su servicio de distribución. Obviamente tampoco tenemos publicidad por la naturaleza del negocio y tampoco es necesaria la preparación previa (aunque puede serlo). Entre las desventajas supongo que está la confianza necesaria, no creo que me interesara que un traficante de drogas sepa donde yo vivo.
Vía | El País, Cadena Ser En El Blog Salmón | La mafia viene a España Más información | El Mundo Imagen | Flickr de tiffa130