Ha vuelto a escena. Uber ha anunciado en España su intención de poner en marcha un nuevo servicio de envío de comida a domicilio utilizando parte de su equipo de conductores. Este nuevo paso se da semanas después de que la compañía se viera obligada a cesar su actividad por orden judicial.
Este anuncio, que ha tenido repercusión en todo el mundo, como por las medidas tomadas para lograr el beneplácito del juez, permite extraer tres conclusiones:
No se trata de un cambio de modelo, sino de foco. Es el mismo, aunque centrado en otro segmento del transporte. Uber busca conquistar todas las áreas bajo ese paraguas y la comida es una de ellas. "El auto no hablaba de comida", afirmaba su responsable en España, Carlos Lloret, a El Mundo, quien posteriormente lo aclara aún más: "Si no podemos transportar personas podemos transportar muchas otras cosas".
Más un golpe de efecto que un proyecto firme. Tanto por el radio de actuación, pues sólo cuatro barrios de la capital barcelonesa, como por la apuesta anterior por este sector de la compañía (sólo lo implantó a mediados del año pasado en la ciudad norteamericana de San Francisco a través de lo que denominaron 'Uber Fresh') parece más un golpe de efecto que un proyecto firme. Más una necesidad de salir a escena (coincidiendo con la celebración de la Mobile World Congress en la ciudad condal) que una intención real por entrar en un sector enormemente competido y con jugadores más que consolidados.
Acepta cumplir la ley con los conductores. Según explican en El Mundo, a partir de ahora les obligarán a ser autónomos. El cambio de discurso es evidente. El siguiente paso tiene que ver con esa relación contractual entre la empresa y quienes se ponen al volante. En Estados Unidos, la batalla se ha trasladado a los tribunales.
Aún queda algo importante: que el juez dé 'luz verde' al proyecto para desbloquear la aplicación. Es el paso previo antes de que se pronuncie sobre lo realmente decisivo: su servicio UberPop, suspendido cautelarmente.
Mientras todo esto sucede, la compañía sigue amasando una gran cantidad de dinero a través de rondas de financiación milmillonarias. La última anunciada recientemente ha acabado por incrementarse sobremanera después de que haya habido una demanda importante por parte de los inversores.
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