Aunque llevaba bastante tiempo comentándose ya es oficial, la deuda pública española ha perdido la triple A que ostentaba desde hace algún tiempo. ¿Porqué hemos perdido la triple A?
Como señalan en el Financial Times, España es el único país al que se le disminuye el rating de AAA a AA+ desde que sucedió en 2001 se le bajó el rating a Japón. Además es el primer país al que se le baja el rating con la crisis financiera. En Standard and Poors se ha aludido a las debilidades estructurales que han surgido por la crisis global.
Los productos financieros están clasificados según su seguridad por las distintas agencias de ratings. Estos ratings suelen ser fiables, aunque no al 100%, la prueba es está en la reciente crisis financiera y en la estafa de Madoff. Estas agencias también clasifican la deuda publica emitida por los gobiernos, ya que no es lo mismo tener bonos de Zimbabue que de Alemania. En el caso de Standard and Poors los ratings van de AAA a D, pasando por AA+, AA, AA-, A+, A, A-, BBB+, BBB. BBB-, BB+, BB, BB-, B+, B, B-, CCC+, CCC, CCC- y CC. En principio parece que pasar de AAA a AA+ no tiene mucha diferencia, porque parece que sigue siendo un sobresaliente. Eso no es del todo claro, ya que menos de BBB es malo.
Esta bajada de la calificación ya se esperaba por parte del gobierno, en la entrevista que mencionamos el otro día, Pedro Solbes lo llamó “pasar de un sobresaliente a notable alto”. No es para tirarse de los pelos, pero la verdad es que creo que a todos nos gustan más los sobresalientes que los notables.
¿Cómo nos va a afectar? De varios modos. El primero es que si teníamos deuda pública ahora vale algo menos, los mercados le van a dar menos fiabilidad y estando en la zona euro hay otras opciones más seguras. Lo segundo es que va al gobierno le va a costar más financiar el déficit. Al tener una menor clasificación de solvencia el gobierno va a ha tener que ofrecer un mayor tipo de interés para compensar el riesgo adicional percibido por los inversores. Como comentó mi compañero Alejandro eso era previsible, los tipos de interés de la deuda pública van a tener que subir para atraer a los inversores. A largo plazo eso será peor para los contribuyentes porque obtendrán menos servicios públicos por sus impuestos al financiarse el estado con a un mayor tipo de interés.