En 2001, Argentina tomó la decisión unilateral de no pagar sus deudas a los acreedores internacionales y, cuando volvieron con una oferta de pago, exigieron que los acreedores cambien sus deudas por otros, ofrecieron pagar con unos descuentos muy importantes. Esta oferta fue acompañada con la amenaza de que lo toman o pierden todo.
Después de varias presiones, Argentina consiguió que el 93% de sus acreedores aceptaran recuperar el 30% de su dinero y, con una deuda existente era de 95.000 millones, el descuento era sustancial.
El 7% restantes decidieron que no querían jugar el juego de extorsión de los políticos argentinos, no participaron en la quita de deuda y el gobierno argentino suspendió su pago de intereses a estos inversores. Estos demandaron alegando que sus contratos exigen que todos los prestamistas deben ser tratados de la misma forma, es decir, que Argentina no puede pagar intereses sólo a los que han aceptado la quita de deuda y no a los otros.
Los demandantes ganaron la demanda y ganando las apelaciones y hace poco la Corte Suprema estadounidense rechazó revisar el caso que dice que la última decisión judicial sigue válida y Argentina está obligada a cumplir con sus contratos firmados y pagar los intereses y la deuda total de este 7% de inversores.
Los políticos argentinos siendo como son, es decir, el populismo puro, anunciaron que no pagarían pero, por ahora, no se les ha salido bien la jugada.
Hace unos días, el gobierno argentino envió el pago de intereses a BNY Mellon ($539 millones), para que pague los intereses de los inversores 'buenos'. El juez en Estados Unidos prohibió a BNY Mellon pagar esas cantidades y ordenó que se devuelva ese dinero a Argentina, ya que no está permitido tratar a los prestamistas de forma distinta. BNY Mellon devolvió el dinero y supongo que muchos criticarán a BNY Mellon por su prepotencia, cuando sólo están siguendo orden judicial.
El juez dijo que Argentina tiene que tratar a todos los prestamistas de forma igualitaria o tiene que negociar con el 7%. No han hecho ni el uno ni el otro. Eso le dió a Argentina 30 días para cumplir con sus obligaciones. No sé si Argentina ganará la Copa del Mundo pero el mes de julio será importante por otra razón.
Es verdad que muchos de esos 7% compraron la deuda en el peor momento y pagaron precios de mercado muy bajos y el gobierno argentino está utilizando ese argumento para su conclusión de que esos prestamistas no tienen que ser cuidados. No debe sorprender que el gobierno argentina vea a contratos firmados como papel mojado, si no convienen. Está claro que el juez estadounidense no está de acuerdo.
¿Qué os parece, es válido el argumento de Argentina o debe pagar lo que debe, ya que tiene contrato? ¿Realmente debería Argentina suspender pagos en toda su deuda antes que tratar a todos los acreedores de su deuda igual?
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