Conciliar la vida personal con la profesional en una jornada de cuatro días, sin que por ello se resienta la productividad y los beneficios de las empresas. Este es el objetivo de la jornada de cuatro días que ya han empezado a aplicar en países como Islandia, Suecia o Escocia, eso sí con dispares resultados.
Con el objetivo de aplicarla también en España, desde Moncloa han anunciado una ayuda dirigida a empresas que se decidan por implantar este modelo en sus plantillas. Las organizaciones interesadas podrían optar a ayudas de hasta 150.000 euros.
Se trata de una cuantía a la que podrían optar casi las 2,9 millones de pequeñas y medianas empresas según datos de la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, y no así las grandes corporaciones. Eso sí, cumpliendo una serie requisitos imprescindibles que llevar a cabo.
Requisitos para las ayudas para la jornada de cuatro días
Para optar a estas ayudas, las empresas deberán establecer una reducción mínima del 10% de la jornada laboral, mantenerla al menos durante dos años y que ello no conlleve una merma en la retribución salarial de los empleados. O lo que es lo mismo, no trabajar un día menos por menos sueldo.
Además, las organizaciones también deberán incorporar medidas organizativas cara a concentrar el trabajo de cinco días en cuatro, adaptar los procesos productivos y establecer planes de formación para impulsar la productividad.
Se espera que el proyecto de la jornada laboral de 32 horas semanales comience a ver la luz a mediados del mes de junio de 2023. En una primera instancia podría ayudar a entre 60 y 70 empresas.
El Gobierno ha anunciado, aunque sin concretar, ayudas directas temporales por los costes asumidos por la empresa como consecuencia de esta reducción de la jornada y dicha implementación de las nuevas fórmulas organizativas y formación que se espera se conozcan en los próximos meses.
España implementará a la vez que Portugal esta prueba piloto, aunque de momento se desconoce si seguirá los mismos patrones. En el país vecino, el sector privado empezará a aplicarla también en junio de 2023 y durará seis meses. Las empresas que quieran hacerlo podrán hacerlo hasta el próximo mes de enero.
En el caso del país luso, se ha concretado que habrá una segunda fase que se centrará en el sector público donde las administraciones la pondrán en marcha en 2024. Más tarde, habrá una tercera etapa donde se compararán los resultados obtenidos por las empresas con la jornada de cuatro días con otras que hayan mantenido el calendario de lunes a viernes.
Así ha funcionado la jornada de cuatro días en Europa
Pero, ¿cómo ha funcionado en países dónde ya se ha adaptado esta semana laboral reducida? Al menos en lo que a pruebas se refiere. En la parte positiva Islandia, donde fuentes del gobierno señalaron una disminución en los casos de agotamiento y las bajas por enfermedad. O Reino Unido, donde el 50% de las empresas donde se redujo la jornada laboral de 40 a 32 horas la productividad aumentó.
En la parte contraria, Islandia o Suecia cuyos planes han sido tildados de excesivamente caros por algunas fuerzas políticas y difícilmente sostenibles. En Escocia, el estado apoya a las empresas con alrededor de 12 millones de euros. Mientras que en Suecia, algunas empresas que lo llevaron a cabo decidieron volver a la jornada de cinco días a efectos de productividad y resultados.