Ayer jueves se celebraron las elecciones en el Reino Unido y el Partido Conservador de Boris Johnson consiguió la mayoría de los 650 escaños en la Cámara de los Comunes. No solo se trata de una gran victoria sino también de un duro golpe para su principal rival el líder laborista Jeremy Corbyn, cuyo partido sufrió una gran derrota.
Johnson obtuvo una mayoría absoluta en el parlamento de 650 escaños 358 escaños, por encima de los 326 que representan la mayoría absoluta y un aumento de 44 respecto a las últimas elecciones. La mayor victoria de los conservadores en las elecciones nacionales desde el triunfo de Margaret Thatcher en 1987.
Por otro lado, los laboristas de Jeremy Corbyn ha visto una pérdida de 59 escaños hasta quedarse con 203 y ya anunciado que no liderará el partido en las próximas elecciones.
Desde el Partido independentista de Escocia y que ha mostrado una posición contraria al Brexit, consiguió 48 de los 59 escaños en Escocia y un 45% de los votos en esta región.
¿Qué podemos sacar en conclusión con estos resultados?
El mantra extendido del Primer Ministro británico durante la campaña electoral tenía como objetivo aprovechar la frustración de los votantes ante el bloqueo parlamentario de la salida del Reino Unido de la UE.
Él fue el rostro de la victoriosa campaña "Leave" en el referéndum de 2016, y luchó en las elecciones bajo el lema "Get Brexit Done", prometiendo poner fin al estancamiento y tener más recursos para gastar en sanidad, educación y seguridad nacional.
Con estos resultados tan sólidos, podemos evidenciar diferentes conclusiones por parte de los británicos. La primera conclusión es que la opción de un segundo referéndum quedaría invalidada, debido a que Johnson tiene manos libres para encauzar el Brexit según sus planes hasta su resolución definitiva a finales del mes de enero.
Después de esa fecha y casi medio siglo de unirse a lo que se ha convertido hoy en el bloque comercial más importante del mundo, Johnson se enfrentaría al gran desafío de lidiar con nuevos acuerdos comerciales internacionales para poder preservar esa posición de polos de atracción de capital financiera mundial de primer orden.
Esto puede durar hasta finales de diciembre de 2022 con arreglo a las normas actuales, pero los conservadores prometieron en las elecciones no ampliar el período de transición más allá de finales de 2020.
Otra de las conclusiones que debemos sacar es que el socialismo más radical del Partido Laborista le ha llevado al peor resultado del partido desde el año 1935. Un programa marcado con nacionalizaciones de por medio en diferentes empresas utilities (energía, el agua, la red ferroviaria, el correo e internet).
Reacción de los mercados
Tenemos ya los resultados pero hay que ver cómo ha reaccionado el mundo económico. Para los mercados y las empresas, este es el resultado es perfecto porque concede una clara mayoría para los conservadores, el riesgo de Corbyn anulado por completo y ofrece una reducción importante de la incertidumbre en torno al Brexit e incluso un presupuesto rápido para inyectar un impulso adicional a la economía.
En primer lugar, vemos que la libra esterlina ha mejorado sustancialmente su posición con un fuerte auge durante la noche frente al dólar y el euro.
Con la apreciación, la libra esterlina se disparó y se dirigía a una de sus mayores ganancias de un día en las últimas dos décadas. La libra alcanzó un máximo en 19 meses hasta los 1,3516 dólares y sus niveles más altos frente al euro desde poco después del referéndum de Brexit de 2016.
Además, el sector de utilities del Reino Unido debería experimentar un gran aumento. La razón es que, como hemos comentado, el candidato laborista había prometido un sinfín de nacionalizaciones que habían penalizado la cotización estos valores y, en consecuencia, eliminando el riesgo Corbyn deberían recuperarse.
