Como ya anunciamos por estas páginas en verano, los test de estrés que la Unión Europea hizo a la banca fueron demasiado suaves. Es decir, hicieron suposiciones muy optimistas incluso en el que se suponía que era el escenario más pesimista. Y ha tenido que caer el sector financiero irlandés (que superó los test de estrés hace apenas unos meses) para que Bruselas reconozca fallos en los test de estrés.
Pero recordemos que los test de estrés no fueron una cosa puntual. El próximo año se repetirán y según dice la UE, han aprendido la lección. No volverán a caer en los errores del pasado y se harán unas pruebas más exigentes, que contemplarán la dificultad de los bancos para obtener liquidez. Me alegro de que los tests vayan a ser más exigentes, pero no me creo que sean los suficiente. La liquidez no era el problema de los bancos irlandeses.
El problema de la banca en estos tiempos convulsos no es la liquidez, es la solvencia. La liquidez es un problema derivado de la solvencia. Si los bancos no logran liquidez es porque la gente no se fía de ellos, y no se fía porque no son solventes. Puede que haya un exceso de cautela en algunos casos, pero por lo que se está viendo en muchos casos está motivado. Los activos de algunos bancos son de dudosa calidad, y no me extraña que no logren liquidez.
Lo que tiene que hacer la UE es un test de estrés verdadero, poner los puntos sobre las íes y obligar a recapitalizar todo el sector. Si alguno no lo logra, intervención, subasta de bienes (o del banco completo) y a otra cosa. No podemos dejar tambalear países porque esperamos que si el tiempo pasa las cosas se solucionarán solas. El tiempo pasa, los países se tambalean, peligran los puestos de trabajo y los derechos sociales. Es el momento de dejarse de medias tintas y hacer un test de estrés de verdad. Que luego a finales de 2011 no digamos: “el próximo año sí que haremos los test de estrés duros”.
Vía | El Economista
En El Blog Salmón | Los bancos Irlandeses también aprobaron las pruebas de estrés
Imagen | quinn anya