Si las cuentas no me fallan he vivido en 7 municipios distintos. Me encontrado con gestores municipales de todo tipo: honrados, crápulas, capaces, inútiles, etc. Pero mucho me temo que el nivel medio de los ayuntamientos es bajo, muy bajo. Si hablamos de competencias impropias, de corrupción urbanística, de ausencia de una gestión presupuestaria estamos hablando de los Ayuntamientos. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?, ¿cómo conseguir que los ayuntamientos no asalten nuestros bolsillos?
En el 2009 publiquÉ La Alianza de los Contribuyentes: te estamos vigilando, con el excelente video de cabecera que reproduzco en este. Creo que apenas nada se movió en dicho sentido, no encuentro iniciativas orientadas a fiscalizar a los políticos, más allá de aquellas impulsadas por unos políticos para controlar a otras. Claro que el Tribunal Supremo nos abre una puerta a todos los ciudadanos a la hora de meter en vereda a nuestros Ayuntamientos.
Leo en El Blog de Sevach la Sentencia del Tribunal Supremo 6256/2012, en la que son parte la Agrupación de Vecinos y Amigos de den un municipio y el Ayuntamiento de dicha localidad asturiana. El objeto de la disputa, la impugnación de los presupuestos municipales para el 2006, y el motivo la ausencia de una serie de requisitos formales, carencias denunciadas por el Tribunal de Cuentas. Dichos Presupuestos fueron aprobados y ejecutados. Han pasado ya 6 años, y el Supremo ha dado la razón al Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que anulo dichos Presupuestos, dejando claro dos aspectos:
Sin embargo, como el mismo Sevach señala, los actos derivados de dicho presupuesto nulo son válidos. ¿Qué sentido tiene esta victoria? El mismo se da la respuesta:
...hoy día hay una auténtica red de responsabilidades de las autoridades que han propiciado tales situaciones de indisciplina presupuestaria. Desde las exigibles por el Tribunal de Cuentas a las penales, pasando por eventuales responsabilidades civiles por los perjuicios.
No confío mucho en ese intento de penalizar el llamado despilfarro público, especialmente teniendo en cuenta que conductas ya delictivas apenas son castigadas en dichas esferas. Creo que la mejor manera es que los recursos que manejen sean limitados, y alejandolos lo más posible de la interferencia en los mercados, de la vida económica de la sociedad. Que administren miserias, como se resignaba uno de ellos.
Pero a veces ocurren casos curiosos, que se lo digan a los ediles del Ayuntamiento de La Robla en León, que habiendo hecho oídos sordos a a una sentencia que condenaba al pago al Ayuntamiento, silbaron y miraron hacia otro lado, viéndose ahora obligados a rascarse el dinero de su bolsillo.
Aunque los dos casos no tengan nada que ver, lo que queda claro es que conseguir una declaración judicial de nulidad de unos presupuestos puede conformar la base para, en un momento dado, exigir responsabilidades penales o civiles a los políticos (su responsabilidad política me importa un higo, no vale nada).
Constituir una asociación de vecinos se hace volando, más discutible son los posibles costes de un proceso judicial en lo contencioso-administrativo, pero la vía está abierta para que los políticos sientan el aliento en la nuca al usar nuestro dinero.
Vía | El Blog de Sevach
En El Blog Salmón | Recetas para ayuntamientos quebrados, Pioz, la vergüenza de los ayuntamientos con 7.000 años para pagar sus deudas