Que la crisis de Cataluña va a traer consecuencias negativas a la economía española es algo que a estas alturas de la película ya nadie se cuestiona. Incluso el Banco de España ha alertado recientemente en su "Informe de Estabilidad Financiera" de noviembre de que el panorama económico se puede poner feo, muy feo.
El organismo sostiene que la factura del independentismo, con la incertidumbre derivada de la DUI, del 155 y con medio Govern en la cárcel, podría llegar a costar hasta el 60% de todo el crecimiento previsto para el país en los próximos dos años. Cataluña podría incluso llegar a entrar en recesión.
El informe semestral elaborado por el Banco de España señala que a día de hoy no hay elementos cuantitativos que puedan indicar que la situación económica del país haya empeorado debido a la crisis catalana. Sin embargo, los expertos de la entidad han construido dos posibles escenarios en función de la intensidad y de la duración del conflicto.
Dos escenarios posibles
En el escenario más optimista, el PIB nacional podría llegar a crecer en el bienio 2018-2019 hasta tres décimas menos de lo que lo habría hecho de no haberse producido el desafío independentista. Esto supondría un coste de unos 3.000 millones de euros. En este escenario las tensiones finalizarían con las elecciones del 21D.
Mientras tanto, en el escenario más negativo, el conflicto no acabaría el 21D y se prolongaría durante dos años más, lo que provocaría unos niveles de estrés similares al inicio de la crisis de 2008 o a cuando nuestra economía estuvo a punto de ser rescatada en 2012.
En este segundo caso las pérdidas económicas podrían alcanzar los 27.000 millones de euros debido a una caída del PIB de algo más de 2,5 puntos. Este escenario supondría una reducción cercana al 60% de de todo el crecimiento previsto para el país en los próximos dos años, un auténtico desastre económico que se traduciría en recesión en Cataluña.
Desde el Banco de España señalan que este análisis permite "evidenciar los significativos riesgos y costes económicos de la situación provocada por las iniciativas independentistas en Cataluña. La pronta normalización de esta situación podría mitigar la incidencia de los riesgos para la economía analizados". Sin embargo, matizan que estos escenarios podrían no llegar a ocurrir.
¿Cuales eran las previsiones del Banco de España?
Aún reconociendo la tensión política en Cataluña y los riesgos eventuales que podrían afectar al crecimiento de la economía y dañar la confianza de los agentes económicos, el Banco de España no ha modificado su previsión de crecimiento para la economía española, estimada en el 3,1% del PIB este año, en el 2,5% en 2018 y en el 2,2% en 2019.
La desaceleración contemplada por el organismo se sustenta en el impacto negativo que tendrá la revalorización del euro y sus nefastas consecuencias sobre la actividad y los precios, pero no en el conflicto catalán.
En materia de empleo, el supervisor bancario preveía que este siguiese creciendo a buen ritmo durante los próximos años, aunque a un ritmo inferior al actual gracias a la moderación de los costes salariales. Con ello, la tasa de paro podría situarse por debajo del 13% a finales de 2019. En cuanto a la inflación, estimaba que esta se situaría en el 1,9% este año, que baje al 1,3% el año próximo y que vuelva a crecer hasta el 1,6% en 2019.
Pocas cifras sobre el impacto económico de la crisis catalana
El Banco de España no es el único organismo que, de momento, se niega a reflejar en sus previsiones económicas la incertidumbre derivada de la crisis catalana. En la misma línea, el FMI revisó recientemente sus proyecciones macroeconómicas y mantuvo sus previsiones de crecimiento de España en el 3,1% del PIB para este año y en el 2,5% para 2018.
Bankinter también revisó recientemente sus previsiones de crecimiento para España. En estas, apuntó a un ligero freno durante los próximos trimestres que, sin embargo, no impediría cerrar el año con un crecimiento del 3,2%. En 2018 la previsión es del 2,8% y en 2019 del 2,5%. No modificó, por tanto, sus anteriores previsiones.
En el mismo sentido, Airef, Fidelity y Caixabank advirtieron hace pocas semanas de los riesgos económicos derivados de la incertidumbre política en Cataluña. En Airef fueron un poco más lejos y señalaron que el impacto podría ser de unos 4.000 millones en el PIB (cuatro décimas) si es temporal, y de hasta 13.000 millones (1,2 puntos) si se prolonga en el tiempo, por lo que el crecimiento el próximo año podría reducirse al 1,5%.
El Gobierno, mientras tanto, sí que tiene claro que la crisis catalana afectará al crecimiento del país. Por ello, en el último plan presupuestario que envió a Bruselas rebajó la previsión de crecimiento para 2018 en tres décimas, del 2,6% al 2,3% para 2018.
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