Entiendo que estamos sufriendo una situación económica difícil. No obstante, una de las ventajas de los cambios drásticos en los mercados económicos, como estamos viviendo ahora, es que nos da la oportunidad para intentar reinventar la forma de hacer las cosas.
Ha estado claro desde hace tiempo que el sistema basado exclusivamente en el crecimiento del consumo sin fin no era sostenible, como mínimo, en términos medio ambientales, pero no sólo en esos términos.
Los países pobres han tenido y tienen la necesidad de crecer más para reducir su nivel de pobreza, especialmente de crecer su consumo. No obstante, los países ricos no podían continuar en su camino de crecimiento sin fin basado exclusivamente en el consumo y en el despilfarro de los recursos.
Tampoco está claro que la felicidad ciudadana está vinculado a este tipo de consumo sin fin.
Por eso digo que la situación en el cual nos encontramos nos da una oportunidad de reinventar nuestra forma de trabajar y de organizarnos económicamente.
Lo que estoy viendo con los que nos dan sus soluciones a la situación actual es que hay dos alternativas que nos están ofreciendo, los dos equivocados.
El primero es el camino que casi todos los países están siguiendo, el de intentar volver a la situación anterior lo antes posible y lo están intentando conseguir a través de apoyar a todos los grupos que estaban antes. Volver al sistema anterior con las mismas industrias, empresas y grupos, las mismas formas de hacer las cosas y el mismo consumo continuo para mantener el crecimiento y el empleo.
El otro camino es el de los que quieren cargarse al sistema capitalista. Los que quieren seguir este camino nunca lo apoyaron o lo entendieron o, con la crisis financiera, han perdido su confianza en el sistema y quieren abandonarlo. Como si hubiera otro sistema mejor y factible esperando listo para ser implementado.
Yo pienso sobre el sistema capitalista lo que el anterior primer ministro británico, Winston Churchill, decía sobre la democracia: “La democracia es el peor sistema político que existe, con excepción de todos los otros sistemas.”
Parafraseando: “El capitalismo es el peor sistema que existe, con excepción de todos los otros sistemas.”
No creo que tenemos que cargarnos al sistema capitalista para que todo ande bien y tampoco creo que volver al sistema anterior para hacer todo igual es el camino. Y eso de no volver al sistema anterior incluye el error de algunos que quieren que volvamos a su nirvana keynesiana que ya ha fracasado, aunque parece que ese fracaso demostrado el siglo pasado no se ha entendido. Pero este tema es para otro artículo.
Ya hemos hablado en estas páginas de la necesidad de abrir las empresas a las nuevas formas de trabajar que permiten a los empresarios y a los trabajadores a organizarse de formas mucho más flexibles, con más productividad e, incluso, con menos trabajo. Es decir, otra organización en la forma de trabajar y de vivir, permitiría a muchos la oportunidad de abrirse a otras posibilidades de vida, incluyendo el de trabajar menos, compatibilizar más de un trabajo, cobrar menos, consumir menos, más ocio, más conciliación laboral y familiar y vivir mejor.
Los muchos gobiernos gastando miles de millones de nuestro dinero, dinero que no tenemos, o sacándolo de un mercado financiero que aprieta al sector privado que no tiene hueco, nos están impulsando en el camino equivocado igual, como hemos reiterado en estas páginas. Quieren volvernos al mismo camino de más y más consumo, incluso financiado con fondos públicos si es necesario, como si los políticos supieran cómo gastar bien el dinero ajeno.
Curiosamente, los que más critican al sistema económico financiero que tenemos son los que más apoyan las intervenciones gubernamentales que nos devolverán a la situación anterior, a más de lo mismo.
Hace poco, terminaron las reuniones del Foro Económico Mundial en Davos terminó ofreciendo las mismas ideas y el Foro Social en Brazil también finalizó más o menos al mismo tiempo. El uno buscaba volver a la situación anterior, aunque no sé si tenían claro cómo llegar, mientras el otro sigue buscando eliminar el sistema entero.
A mi me parece que falta esa reunión donde no se busca ni lo uno ni lo otro pero algo mucho mejor. Quizás tendré que organizarlo, aunque no se si seré el único participante.