Cómo cambian las cosas. El mundo de las transferencias de un país a otro, las remesas, tiene muchas características comunes.
Primero, los mercados más desarrollados son los que suelen tener déficit entre las remesas que salen y las que entran, es decir, los inmigrantes en el país envían más fuera que los nacionales que están fuera envían aquí.
Segundo, la regulación y documentación y los permisos suelen ser bastante menos limitantes, difíciles de conseguir y voluminosos. Tercero, los mercados más desarrollados suelen ofrecer muchas alternativas a los que quieren enviar fondos.
Cuarto, esta competencia consigue que los costos son sustancialmente más bajos. En algunos países, el costo de transferencia de moneda, especialmente en cantidades pequeñas, puede ascender a 25% y 30%, y eso en el mercado legal. Una barbaridad cobrar estos porcentajes que suelen ser para los más necesitados.
Recuerdo hace poco más que diez años en España, se tenía que visitar al Banco de España para recibir el permiso para enviar fondos fuera, se tenía que dar razones muy concretas, muy pocas razones se aceptaban, te daban tu código personal y te limitaban la cantidad mensual que te permitían enviar. Los tiempos han cambiado.
Vía | Expansión En El Blog Salmón | A la caza de remesas de inmigrantes