Cuando Olli Rehn ha destapado la caja de los truenos con la bajada de salarios del 10% para crear empleo, todo el mundo ha dado por hecho que hay que actuar en la componente del salario que afecta directamente al coste del trabajador. Pero estamos pasando por alto, que los costes laborales, que es lo que realmente se pide que se bajen, tienen dos componentes que ambas suman. Por una parte, el coste salarial bruto del trabajador y por otra parte, el coste en cotizaciones salariales y resto de costes repercutibles a la empresa, fundamentalmente, costes de Seguridad Social, despidos, formación...
El detalle de costes salariales completos y desglose en nómina, el camino desde el coste salarial global a lo que recibe la empresa, ya lo vimos en esta infografía y actualmente en España, actuar sobre la renta disponible del trabajador bajando la retribución recibe, dilapidaría completamente el consumo interno, tal y como ya se ha dicho aquí y aquí. Pero claro está, el coste salarial se puede disminuir de una manera muy sencilla actuando sobre los costes de Seguridad Social y los impuestos al trabajo que cada trabajador tiene que afrontar. ¿Qué podemos hacer entonces? Sencillo, bajemos costes laborales disminuyendo la Seguridad Social empresarial y los impuestos al trabajo.
Menos cotizaciones a la Seguridad Social, más competitividad y más empleo
La entrada de un trabajador en el circuito de cotizaciones cambia el signo de contribución a las arcas públicas. Es decir, un trabajador desempleado es un receptor neto de fondos públicos (desempleo, subsidios, otras ayudas...) y un trabajador activo es un pagador neto (paga impuestos por su trabajo y no recibe subsidios). Por tanto, si la bajada de salarios aumenta el empleo, no deberíamos tener miedo en disminuir el coste salarial en un 10% pero actuando sobre las cotizaciones que paga la empresa a la Seguridad Social de manera transitoria (se ha señalado un horizonte de dos años).
Esta vía, abarata costes empresariales y mejora la competitividad y el hipotético déficit en las cotizaciones e ingresos a la Seguridad Social, se puede cubrir con el famoso fondo de reserva ¿acaso no está pensado para situaciones de emergencia o es un fondo que no se toca en la vida?
El aumento de la renta disponible, segunda pata a mejorar
El consumo interno es una pata crucial para el desarrollo y mejora de la economía y la vía que tenemos para aumentar la renta disponible de las familias es la bajada del IRPF a los rendimientos del trabajo. Es simple, basta con realizar un recálculo de la tributación de estos rendimientos del trabajo y fijar como exentos los primeros 12.000 euros anuales. Eliminar esta tributación en la base inferior el IRPF repercute directamente en el bolsillo de los trabajadores, si alterar en absoluto al alza el coste laboral, que recordemos, ya se ha disminuido mediante el abaratamiento de una de las componentes del coste laboral, como son las cotizaciones empresariales.
Aparte, también se puede mejorar la renta disponible abaratando las cotizaciones que pagan los propios trabajadores, de tal manera que el neto final que recibe cada trabajador, aumente. En este caso, la financiación de la caída en la recaudación vía IRPF, tiene que asumirse directamente que mejorará por el aumento del consumo interno, la mayor carga en impuestos indirectos que ya tenemos y la mejora de la recaudación en el impuesto de sociedades, dado que partimos de la premisa que la mejora del consumo interno se traduce en mayor empleo, más consumo y mejora de los resultados empresariales.
Tres objetivos conseguidos en simultáneo
Si se aumenta la renta disponible de los trabajadores y en simultáneo hemos disminuido el coste laboral, puntos que tal y como hemos visto, se puede hacer con facilidad, debemos suponer que aumentará el empleo, el consumo interno y en simultáneo las exportaciones, dado que nuestros productos finales, tienen menores costes de producción. Ahora bien ¿qué porcentajes son los adecuados para que todo esto funcione en simultáneo? Eso requiere, un análisis mucho más complejo que escapa de este post, pero claro está que algún efecto se podrá conseguir por esta vía.
Por último, me parece realmente curioso cómo el FMI diagnostica una bajada de salarios al sector privado, esfera que le queda completamente fuera del alcance, dado que no hay precedente legal de una limitación en los pagos salariales en ningún sitio. La legislación laboral española, fija el salario mínimo por categoría y puesto de trabajo y este salario, es eso, un salario de mínimos pero no un salario obligatorio.
Si una empresa paga por encima de dicho salario, y hay bastantes que ya pagan por encima del convenio colectivo, no hay nada que le impida hacerlo. Es más, lo que es realmente complicado en España, es bajar un salario de un trabajador que ha consolidado puesto y solamente tiene la vía del descuelgue del convenio colectivo siempre y cuando, la empresa no vaya correctamente. Supongo que el FMI pensará que su palabra es la Ley y basta con que ellos diagnostiquen una bajada de salarios del 10%, automáticamente todas las empresas recorten las nóminas en esa cuantía.
En El Blog Salmón | ¿Saben algo de economía en el FMI?, Predicar con el ejemplo Imagen | FMI