Las ventas de automóviles no dejan de crecer en España. En los cinco primeros meses del año las matriculaciones subieron un 21,7% respecto al mismo periodo del año anterior. Y todo ello cuando el Gobierno acaba de aprobar el plan PIVE 8, más ayudas para la compra de vehículos.
Ante un ritmo de ventas con una recuperación tan clara la pregunta que debería plantearse el Gobierno es si debe mantener estos planes. El argumento que nos venden (tanto el Gobierno como los concesionarios y marcas) es que la ayuda se paga sola, ya que se recauda más por IVA que lo que se gana en la ayuda, pero es falaz.
Realmente para saber si se paga sola habría que comparar cómo serían las ventas sin la ayuda y con la ayuda. Si no hay repunte de ventas entonces la medida nos está costando dinero. Aquí es donde los interesados en mantenerlas dirán que cuando caduca un plan PIVE y se está esperando el siguiente las ventas caen. Claro, debido a que el Gobierno ha ido aprobando planes consecutivos y todos sabemos que va a aprobar otro nuevo. Para el consumidor es mejor esperar.
Realmente es el momento de retirar las ventas. Es cierto que España es un país productor pero ni mucho menos todos los coches vendidos se fabrican en España. Y ese dinero podría usarse para otros asuntos, no tenemos necesidad de subvencionar un sector con un crecimiento de ventas tan claro.
Además el diseño del plan está hecho de tal forma que la picaresca abunda. Si lo que queremos es sustituir coches antiguos por nuevos para reducir la contaminación y mejorar la seguridad lo mejor es hacerlo a base de mayores impuestos a los carburantes e impuestos de circulación más altos para vehiculos antiguos.
En El Blog Salmón | Más ayudas para el automóvil: Plan PIVE con 2.000 euros de subvención para nuevas compras
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