La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a finales del año pasado lanzó su Indice de calidad de vida (How's Life Index) que evalúa la calidad de vida de los distintos países. Como las estadísticas que normalmente obsesionan son el nivel del Producto Interior Bruto (PIB) o de PIB per capita, es bueno ver índices que tienen en cuenta la calidad de vida de las personas y no sólo el nivel total o promedio de las economías, en términos estadísticos.
Obsesión por recuperar el crecimiento perdido
Además, estamos en un ambiente donde los políticos, y muchos de nosotros, aunque no me incluyo, están desesperados para volver a nuestras economías a la senda del crecimiento, como si consumir cada vez más y más es la solución de nuestros problemas y de nuestras vidas.
Aún peor, algunos están obsesionados con volver a las economías, no sólo a la senda del crecimiento pero, también, con la recuperación del crecimiento que se ha perdido durante los años de la crisis económica.
Lo importante en la calidad de vida no es consumir más y más pero es la calidad de lo que se consume y la calidad de la vida que uno vive. Por eso me interesó el Indice de la OCDE.
¿Cómo miden la calidad de vida?
En su evaluación, eligen 11 elementos que han identificado como esenciales para el bienestar y, en cada elemento, evalúan las diferencias de bienestar entre las mujeres y los hombres. Los temas evaluados son los siguientes:
- Las rentas y la riqueza.
- la renta disponible neta de los hogares
- la riqueza financiera neta de los hogares
- Los empleos y sueldos.
- la tasa de empleo
- la tasa de desempleo a largo plazo
- el promedio de ingresos anuales brutos de los empleados a tiempo completo
- la seguridad y la estabilidad en el empleo
- La vivienda.
- el número de habitaciones por persona
- los gastos por vivienda
- El estado de la salud.
- la esperanza de vida al nacer
- el estado de salud reportado por los ciudadanos
- El equilibrio entre el trabajo y la vida, la conciliación.
- los trabajadores que trabajan horas largas
- el tiempo dedicado al ocio y a la vida personal
- La educación y la formación.
- los logros educativos
- las habilidades cognitivas de los estudiantes
- los años proyectados de educación
- Las conexiones sociales.
- la red de apoyo social
- El compromiso cívico y la gobernanza.
- cómo se consulta sobre las nuevas leyes
- la participación ciudadano en el sistema de gobernanza
- La calidad medioambiental.
- la calidad del aire
- la satisfacción con la calidad del agua
- La seguridad personal.
- las tasas de homicidios
- el crimen sufrido, reportado por los ciudadanos
- El bienestar subjetivo.
- la satisfacción en la vida
La comparativa de España
Como vemos en este gráfico, nos traen (PDF) un desglose de la situación en España donde se ve que sólo está entre los líderes en los tres últimos elementos analizados. No obstante, sorprende ver a España tan alto en eso de conciliación, ya que los empresarios españoles ni saben cómo deletrear esa palabra.
El consumo sin fin no es la solución sostenible
El problema que tenemos es que nuestros políticos buscan devolvernos a la situación que vivíamos antes, la senda del crecimiento sin fin, sin darse cuenta que esta senda no es la solución sostenible. No es sostenible medioambientalmente y los países desarrollados todavía no se enteran de la estupidez de sus intentos de conseguir que los países en desarrollo reduzcan sus crecimientos alegando la necesidad de proteger el medio ambiente.
Estos argumentos no cuelan cuando estos países deben velar por la situación económica de sus ciudadanos, que consumen mucho menos per capita que los ciudadanos de los países ricos. Los ricos debemos ser los primeros en demostrar que podemos vivir con economías sostenibles, algo que todavía no hemos hecho y, viendo el discurso de los políticos, no hay esperanza de que llegaremos.
Por otra parte, a nivel personal tampoco creo que sea necesario volver a la senda del crecimiento sin fin. Casi todos hemos ajustado nuestro consumo personal y familiar a las condiciones vividas estos años y no es esencial para nuestra supervivencia, ni personalmente ni para la econonía en general, que volvamos a la situación antes de consumo porque si.
No obstante, cuando propuse en estas páginas, hace no mucho, que deberíamos considerar aumentar nuestro ocio, incluso aceptanto menores sueldos, no fue muy bien recibido por los comentaristas. No sorprende, viendo los recortes sobre los sueldos y sobre las condiciones laborales que los trabajadores han sufrido como resultado de la alardeada 'reforma laboral' del gobierno español.
En El Blog Salmón | ¿Qué es y cómo se define la calidad de vida?