Cuando hablamos de especulación sobre alimentos, viviendas, materias primas,etc, rápidamente se le critica por tener como objeto bienes de primera necesidad. Es más, se dice que es un negocio seguro basándose en esa necesidad de la gente, que es el mejor de los negocios gracias a las necesidades humanas. Lo curioso es que la especulación no entiende mucho de eso de las necesidades. Tomemos por ejemplo uno de los mercados más brutalmente alcistas de los últimos años: el arte contemporáneo.
En el 2008 Ben Lewis, comentarista de arte moderno, rodó La gran burbuja del arte contemporáneo, un documental que busca explicar los motivos que se esconden detrás de ese boom. Tras el rodaje, y a pesar de los fuertes descensos vinculados al crash financiero, seguimos con precios que para muchos son difíciles de entender. Sobre todo si no hablamos de bienes de primer necesidad.
En El Blog Salmón | Cuando el arte irrita, ¿Puede un blog de economía ser considerado arte?