Alberto Artero se ha desmarcado con un post bastante provocador para animar la economía española y llevar a cabo el tan esperado cambio de modelo productivo. El objetivo es sencillo, entremos en competencia fiscal con el impuesto de sociedades y rebajemos nuestros tipos impositivos de tal manera que las grandes empresas tecnológicas vean España como el destino objetivo.
Irlanda tendrá que subir antes o después el tipo impositivo de su impuesto de sociedades (actual al 12,5%) y las grandes multinacionales que tienen su residencia fiscal en Irlanda van a salir por piernas a territorios con fiscalidad más favorable. En esta tesitura, en Europa existen destinos que ya tienen tipos bajos y por tanto, si España quiere salir del bucle destructivo de la espiral inmobiliaria, necesita atraer a las mejores empresas y a los mejores cerebros a nuestro mercado laboral.
Empresas como Apple, Google y una larga lista, tienen su centro de operaciones para Europa en Irlanda por el simple hecho de contar con una menor tasa impositiva. A día de hoy, las alternativas de crecimiento las tenemos ahí, en tecnología de verdad y en España necesitamos potenciar un sector que aún no goza de un peso específico importante.
En esta línea, yo voy más allá. España debe perseguir ser el Silicon Valley de Europa y eso se logra con formación del capital humano en todos los niveles y reduciendo drásticamente los impuestos directos de todas las empresas que tengan una actividad tecnológica, incluso las ya existentes en el país. Como muestra, una anécdota. Este fin de semana he estado en el EBE y allí conocí dos ex-promotores que han entrado en el diseño web, en comercio electrónico, en aplicaciones tecnológicas… Esta gente quiere invertir, tiene el gusanillo emprendedor y necesitan el impulso necesario.
Este impulso es el reclamo fiscal, la alternativa que hay que ofrecer a los jóvenes para que se hagan ingenieros, técnicos de programación o tengan una motivación clara para aprender inglés dado que en empresas tecnológicas, también se pueden ganar 3.000 euros al mes, con la diferencia de que necesitamos capital humano formado. Por contra, en construcción, el más tonto echa hormigón, y luego pasa lo que pasa.
En El Blog Salmón | Impuestos sobre sociedades en España siguen altos, Google no evade impuestos de España, sólo aplica la ley
Imagen | Yodel Anecdotal