Imagino que habrá muy pocos despistados que no se hayan enterado del despido de Pedro J. Ramirez como director de El Mundo. Despido fulminante y que según ha dado a entender en el discurso de despedida que pronunció en la redacción del periódico, se comenzó a fraguar a raíz de la publicación de los papeles de Bárcenas.
No deja de ser irónico que en pleno escándalo por un presunto caso de financiación ilegal del Partido Popular, la primera cabeza en caer haya sido la del mensajero. Aparte, también existen presiones por parte de la Casa Real y para fraseando al Pedro J; parece que ahora todos los españoles somos los que nos hemos casado con Urdangarín. Está claro que el libre mercado y prensa, son dos conceptos antagónicos y que en el caso de la prensa, el libre mercado se circunscribe a las esferas de poder.
El Gobierno, el Consejero Delegado de muchas empresas
Está claro que el consejo de administración de cualquier empresa debe tomar las decisiones que considere más convenientes para su propia actividad, para mantenerse, para lograr unos resultados económicos satisfactorios… Lo que duele de verdad es que los diferentes estamentos de poder sean capaces de alterar las decisiones que pertenecen plenamente a la empresa presionando por intereses superiores, tal y como ha pasado en este caso.
No digo nada nuevo al hablar de la mala situación económica que atraviesa Unidad Editorial, de las pérdidas continuas que arrastran los periódicos, cómo Prisa está al borde de la liquidación y es una empresa en quiebra técnica y cómo todas estas empresas necesitan la ayuda del sector financiero para refinanciar sus deudas y seguir adelante.
Ls diferentes gobiernos controlan pasteles tan suculentos como los ingresos por publicidad institucional, las concesiones de radio, televisión y por supuesto, controlan la financiación a gran volumen porque la hipotética banca privada depende de un organismo de control como el Banco de España que por muy independiente que sea está a las órdenes del Ministro de Economía.
Si eres molesto para el poder, tal y como Pedro J. Lo ha sido con Rajoy entre otros, es normal que te corten el grifo de la publicidad institucional y que esta se resuma a la mínima expresión y es muy normal también que los bancos te den la espalda porque si algo tienen los banqueros de este país es que siempre están a favor del Gobierno que haya en Moncloa; les va la tranquilidad en ello.
Todo esto tiene pruebas muy claras a lo largo de la historia. Basta con ver la complacencia actual del grupo Prisa con el Gobierno, cómo Grupo Planeta se ha abanderado como el vocero oficial de Moncloa a través de Paco Marhuenda o mirando más atrás, como Roures y Zapatero lograron lo imposible entre las concesiones de TDT y la Sexta.
Poca calidad democrática y menos credibilidad de la prensa y medios de comunicación en general podemos tener con estos antecedentes, máxime aún cuando el Gobierno de turno es realmente el Consejero Delegado de estas hipotéticas empresas privadas.
En El Blog Salmón | El ERE de El País confirma la crisis de los medios tradicionales Imagen | Jot Down