Cuando se anunció el proyecto para la construcción del Museo Guggenheim y, especialmente cuando se anunció su presupuesto, se empezaron a oír las críticas a un proyecto que iba a quitar fondos que, se decía, deberían ir mejor destinados a los más necesitados. Especialmente en esos momentos de pérdida del tejido industrial que se experimentaba, había muchos pidiendo ayudas de las arcas del Estado.
Desde el primer momento, el Ayuntamiento de Bilbao pronunció lo bueno que sería para la economía de la zona y de que las inversiones y los esfuerzos iniciales, allí por 1997, merecerían e iban a merecer la pena.
Está claro que tener un Museo Guggenheim en la ciudad ayudaría con los movimientos turísticos, aunque se cuestionó si la localización de Bilbao iba a desincentivar a los turistas que viajan por los centros turísticos de Europa.
Parece que casi diez años después, los turistas y sus ingresos se están haciendo notar en la economía, con el impacto de las actividades del museo en la economía del País Vasco en 2006 superó los €211 millones.
No está mal pero ¿justifican estas cifras casi diez años después las altas inversiones iniciales?
¿Qué piensan nuestros lectores?, recordando que se está hablando sólo del impacto económico/financiero y no el cultural. Votos a través de los comentarios:
- Si, mejoró la economía suficiente y merecieron la pena las inversiones iniciales.
- No, no mejoró la economía suficiente y no merecieron la pena las inversiones iniciales.
- Neutral, estamos más o menos igual en términos económicos.
Vía | BBC Mundo En El Blog Salmón | Zubizuri, ¿de Bilbao o de Calatrava?