Operación Chamartín, la historia de nunca acabar

Operación Chamartín, la historia de nunca acabar
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La Operación Chamartín o Distrito Castellana Norte o Madrid Puerta Norte es un desarrollo urbanístico propuesto y planeado para desarrollarse en terrenos aledaños a Estación de Chamartín en Madrid y sobre vías soterradas de la misma.

La idea es reaprovechar unos terrenos que podrían ser más útiles por si situación que se ha convertido en céntrica con el tiempo por un lado y por otro revitalizar una zona más degradada dado su anterior uso de infraestructuras. Hasta aquí todo bien, etodo el mundo parece querer dar uso a esos terrenos. En cambio está resultado ser una de las grandes polémicas políticas de la Villa y Corte ¿por qué?

Si queremos conocer lo que sucede, tenemos que remontarnos unos años más atrás. La estación de Chamartín se construyó en 1967, cuando estaba a las afueras de la ciudad. Pero poco a poco la actividad económica de la ciudad de servicios ha ido ocupando el eje de la Castellana hacia el Norte, consolidándose con la construcción de la Cuatro Torres Business Area.

Historia de la Operación Chamartín

Hemos mencionado que la estación de Chamartín se construyó en 1967, pero en realidad la problemática asociada a la misma viene de antes, en vez de desembocar el Paseo de la Castellana en la Carretera de Burgos (como sería natural), finaliza unos metros antes porque se cambió el rumbo de la misma para no demoler el estadio del Real Madrid, lo que acabaría siendo el Santiago Bernabeu.

La Operación Chamartín es un proyecto desde 1993, cuando se planteó realizar las obras de ampliación de la estación. Entonces no se habían construido las cuatro torres, pero ya se empezaba a desplazar la actividad económica a lo largo de La Castellana. En 1993 se decidió que sería un agente urbanístico privado el que actuaría sobre los terrenos una vez desafectados del sector público. El concurso lo ganó una sociedad de Argentaria, para entonces un banco público en proceso de privatización y participada por Construcciones San José. Más tarde Argentaria se fusionaría con el BBV, quedando el BBVA como principal interesado en la operación urbanística.

No obstante, el proyecto dejó de avanzar por desacuerdos entre las distintas administraciones involucradas (estatal, ferroviaria, autonómica y local). Tengamos en cuenta que en 1996 tendríamos un cambio de partido en el gobierno. En 2004 el proyecto parecía cerrado, pero volvió a haber otro cambio de gobierno. Y con esto nos llegamos a la legislatura 2011-2015, en el que todas las administraciones vuelven a coincidir. BBVA nombró al jefe de operaciones inmobiliarias como jefe de la sociedad que explotaría el proyecto, Desarrollos Urbanos Chamartín que cambiaba su nombre a Distrito Castellana Norte. Parecía que todo estaba a punto de comenzar.

Pero las elecciones municipales de de 2015 y la llegada al poder del equipo de Ahora Madrid, hacen que por primera vez en unos años no volvamos a tener al mismo partido en las tres administraciones. El nuevo equipo no está a favor de la última versión del proyecto.

El proyecto Distrito Castellana Norte vs el proyecto Madrid Puerta Norte

¿Es tan gigantesco e irrealizable el proyecto de Distrito Castellana Norte? El proyecto implica la prolongación del Paseo de la Castellana en tres kilómetros, la construcción de cinco nuevas torrres y una sexta que sería el rascacielos más alto de la UE, nuevas estaciones de Metro, Cercanías y pasarelas entre los barrios colindantes sobre las vías. Además un gran parque central, miles de viviendas (1.700 de ellas protegidas) y decenas de edificios de oficinas.

En resumen podemos hablar de un súper-proyecto que cambiaría bastante la ciudad tal y como la conocemos. Transformaciones de este estilo se han visto en lugares como París con La Defénse o en Londres con Canary Wharf. El proyecto ha sido elaborado por el estudio de Richard Rogers (también autor de la T4 de Barajas) y se puede consultar más información en este enlace.

El proyecto presentado por el equipo del ayuntamiento de Madrid es menos ambicioso, pero también más realizable y fácil de imaginar. El proyecto ha sido calificado como similar al que había sobre la mesa en la primera mitad de los años 90. El proyecto, que se puede consultar aquí, es más pequeño, considera un centro de actividad financiera y negocios situado principalmente alrededor de la Estación de Chamartín, y da un mayor protagonismo a la iniciativa pública. Al contrario que el proyecto de DCN, no amplía el Paseo de la Castellana.

No supone una transformación vital de la ciudad, aunque sí considera dos edificios de 40 plantas al sur de la calle 30 y dos al norte de la misma, que podrían ser equivalentes o un poco más pequeños que las cuatro torres, para que nos hagamos una idea. También incluye una remodelación de la estación de Chamartín. Se puede consultar en este enlace. Ambos proyectos prometen crear unos 120.000 empleos, en un momento en el que el mercado laboral deja que desear.

Podemos estimar que hay cierta demanda de oficinas de alta calidad en esa zona de Madrid, ya que la ocupación de las cuatro torres ya es cercana al 100%, cuando hace siete años estaba al 20%. Este tipo de proyectos se desarrollan a largo plazo, por lo que los edificios se podrían ir ocupando poco a poco a medida que se fueran construyendo.

Adicionalmente en la batalla tenemos la campaña por redes sociales, medios de comunicación y charlas a los propios vecinos realizada por Distrito Castellana Norte de las bondades de su proyecto. Ahora Madrid puede que se ganara a los vecinos de este modo para llegar al poder, así que DCN está usando las mismas herramientas.

El problema: desacuerdo entre las partes implicadas

Madrid Puerta Norte

El proyecto del Ayuntamiento de Madrid no ha sido bien acogido por parte de las otras partes interesadas, la Comunidad de Madrid, el Minsiterio de Fomento, Adif y Distrito Castellana Norte. En general podríamos decir que con lo mucho que les había costado ponerse de acuerdo, ahora se ven con otra propuesta distinta.

No voy a discutir si mejor o peor, pero creo que ambas propuestas pecan del mismo error, poner todas las oficinas en un mismo sitio y toda la zona residencial en otro sitio. Muchos barrios exitosos de Madrid mezclan edificios residenciales con edificios de oficinas, al igual que sucede en ciertas zonas de Manhattan.

Hasta ahora, en 2016 al estar sin gobierno, nos habíamos visto en una situación complicada según la cual una de las partes interesadas (las dependientes de la administración central) no tenían una voz muy firme, pero tras la investidura de Mariano Rajoy, todos los interlocutores quedan definidos para los próximos años.

¿Llegaremos a ver el comienzo de las obras en este año? Eso depende de la capacidad de las distintas administraciones de ponerse de acuerdo en poco tiempo, cosa que de momento veo poco probable. A pesar de ello, no veo que los proyectos diverjan tanto como para que les resulte imposible llegar a encontrar un término medio entre un plan y otro.

No obstante, debido a la frontal oposición entre Podemos y PP (los principales partidos involucrados en la negociación), creo que va a ser muy difícil que lleguen a un acuerdo que sean capaces de justificar a sus respectivos electorados. Porque lo principal que más le interesa a nuestros políticos no es el avance, sino mantenerse en el poder. Mientras tanto, seguiremos con el cuento de nunca acabar. De momenla alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha optado por cancelar un viaje a México para reunirse con el nuevo ministro de Fomento.

Lo que tenemos con el DCN, es más un ejemplo de la falta de cultura negociadora de nuestra política, ya sean partidos nuevos o viejos. Muchas veces parece que la única forma de avanzar es que todas las administraciones sean del mismo partido, algo que va a ser poco realizable en los próximos años, donde la fragmentación de los parlamentos va a forzar a negociar más si no queremos que todo se quede paralizado.

Más información | El Mundo

Imagen | Daquella manera

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